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Reportaje:

Hojas de reclamación en todos los negocios

Los trabajadores a domicilio, los servicios y los comercios deberán tener impresos para las quejas desde el día 28

Los consumidores lo tendrán más fácil para reclamar. Desde el día 28 de este mes, en Cataluña todos los comercios, los trabajadores a domicilio y las empresas de servicios deberán tener hojas de reclamación a disposición de sus clientes.

Las hojas de reclamación sólo son obligatorias ahora para las tiendas de ropa y calzado, hoteles, restaurantes, tiendas de alimentación y gasolineras, entre otros negocios.

En adelante, la obligación se amplía a establecimientos hasta ahora exentos como las papelerías, los centros de enseñanza, las librerías y las joyerías, entre otros comercios. También deberá tenerlas el nutrido grupo de profesionales que trabajan a domicilio, como fontaneros, pintores y lampistas. Los negocios deberán exhibir un cartel en el que se explique que disponen de esas hojas. La obligación se extiende a las empresas que ofrezcan servicios. Sólo quedan exentos los profesionales que estén inscritos en un colegio oficial, en cuyo caso el cliente deberá hacer la reclamación a través del respectivo colegio.

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La medida la pone en marcha la Dirección General de Consumo, que dirige Josep Tous, que considera que son muchos los consumidores que se enfrían a la hora de reclamar porque no lo pueden hacer en el acto. Ahora sólo una parte de las tiendas tiene estas hojas de queja y los clientes disconformes deben trasladarse a las oficinas de Consumo para reclamar.

La Generalitat ha establecido que los consumidores tendrán un plazo de 20 días para presentar su reclamación ante la Administración. Las quejas se enviarán al Departamento de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo o a las oficinas municipales o comarcales de información al consumidor.

Los comerciantes sabían desde abril que la medida entraría en vigor en septiembre.

No se han opuesto a ella y dicen que prefieren arreglar las cosas in situ, sin recurrir a las reclamaciones. "Queremos clientes, no conflictos", dice Esteve Cantería, presidente de la patronal de comerciantes ABC, una organización que tiene 35.000 comercios afiliados. Cantería señala que buena parte de los comercios están adscritos a las juntas arbitrales de consumo, que dirimen los conflictos en breve plazo sin necesidad de acudir a los tribunales.

El año las oficinas de Consumo de la Generalitat han canalizado 7.237 reclamaciones de clientes insatisfechos. La mayor parte de las reclamaciones pasaron a la junta arbitral de consumo.

Por su parte, los ocho municipios que disponen de oficinas de información al consumidor recibieron 17.639 reclamaciones, según el presidente de la Junta Arbitral de L'Hospitalet, Marc Sansalvadó.

La obligación de todos los negocios de tener hojas de reclamación entra en vigor en Cataluña dos semanas después de la Ley de Derechos de los Consumidores, de ámbito estatal. La principal novedad de esta ley es que los bienes de consumo nuevos gozarán de dos años de garantía. Los productos de segunda mano tendrán un plazo de garantía de un año. El comprador podrá solicitar al vendedor que le repare la deficiencia, que le haga una rebaja del precio o que le cambie el producto.

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