Los Ángeles exhibe los nuevos trabajos de Frank O. Gehry
Una exposición repasa sus proyectos antes de la apertura del Auditorio Walt Disney en octubre
La inauguración el próximo 23 de octubre de la última obra arquitectónica de Frank O. Gehry, el auditorio Walt Disney de Los Ángeles -la nueva sede de la Filarmónica de Los Ángeles-, llega acompañada de la exposición Work in progress, con la que el Museo de Arte Contemporáneo de esta ciudad (MOCA) abre las puertas al estudio de este arquitecto y ofrece una mirada a una docena de sus futuros proyectos.
Situada frente a esa magnífica estructura de titanio, la exposición del MOCA, abierta hasta el próximo 26 de enero, es, sobre todo, una manera de dar la bienvenida a este hijo pródigo de la ciudad, canadiense de nacimiento que hizo de Los Ángeles su hogar cuando era un adolescente y desde donde revolucionaría el campo de la arquitectura con edificios como el del Museo Guggenheim de Bilbao. La misma ciudad que ha quedado reflejada en las ondulaciones y las formas libres que personifican su trabajo, aunque haya sido la última urbe en recoger la maestría de alguien que tuvo que probar sus estructuras en otras partes del mundo porque en Los Ángeles sólo podían ver en el elevado costo de sus propuestas una forma de Gehry de reflejar su ego.
El mejor ejemplo lo da el Auditorio Walt Disney, diseñado antes que el Guggenheim pero que tuvo que esperar al ya bautizado "efecto Bilbao" para convertirse en realidad. Devuelta la reputación perdida, el MOCA no ha dudado en dar muestras de humildad reconociendo la labor de este veterano de la arquitectura. "Como siempre, mi interés está en el trabajo, así que ya he pasado a otro proyecto", afirma Gehry en el catálogo de una muestra que también desea mirar al futuro.
Por eso, todos los proyectos escogidos por la comisaria de la exposición, Brooke Hodge, están por venir. Entre ellos, se encuentran trabajos tan distantes como el hotel y bodega Marqués de Riscal, situada en Elciego (Álava), o la también bodega Le Clos Jordan, en Canadá, ambos previstos para 2006. Además, están el Museo Ohr-O'Keefe in Biloxi, Misisipí, la biblioteca para la Escuela de Artes y Diseño de Pasadena o la nueva sede para el periódico The New York Times, en el corazón de Nueva York (todo ello en EE UU). Incluso están presentes obras abandonadas, como el hotel Astor Place, para el que elaboró en un mes 16 maquetas diferentes antes de que la crisis económica acabara con la propuesta, o proyectos con una finalización más próxima, prevista para este año, como el Centro Ray y María del Instituto de Tecnología de Massachusetts (EE UU). Si, como asegura Gehry, de 74 años, sus ideas surgen a menudo de sus sueños, es ese aspecto etéreo del subconsciente el que ha quedado reflejado en la propuesta para el programa de expansión previsto para el aeropuerto Marco Polo de Venecia, fundiendo sus revoltijos de metal con los entrantes de los canales.
Éstos y otros proyectos pueden ser seguidos "fluyendo en todas las direcciones", como asegura el museo en esta exposición. Para ello están expuestos todos los pasos de su creación dados hasta la fecha, desde los ya conocidos garabatos apresurados de Gehry, a bolígrafo sobre papel blanco, hasta los sofisticados modelos por ordenador creados con programas como CATIA, desarrollado por la industria aeroespacial francesa, con los que comprueba las tensiones ejercidas por la gravedad en el titanio.
La exposición sigue así todos los pasos en la creatividad de este genio tardío en el campo de la arquitectura (comenzó cuando tenía 32 años), que prefiere verse también como un escultor.
De acuerdo con Hodge, el MOCA también ha querido convertir esta exposición en una mirada al funcionamiento del estudio de Gehry, incluyendo en el catálogo los rostros de todos los que trabajan con él y exhibiendo las maquetas y dibujos en espacios diáfanos, en muchas ocasiones colocados encima de borriquetas convencionales o estanterías de madera vista que quieren reproducir el mismo ambiente que se respira en su lugar de trabajo.
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