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Reportaje:

El sospechoso que salía con princesas

El hombre al que se acusa del asesinato de la ministra de Exteriores sueca tiene una personalidad dual, contradictoria y violenta

Mientras la policía sueca mantiene su mutismo sobre la identidad del sospechoso de haber asesinado a la ministra de Exteriores, Anna Lindh, no hay día en el que los medios del país escandinavo no aporten un nuevo testimonio sobre las andanzas y personalidad del conocido como el hombre del NK, por el nombre de los grandes almacenes de Estocolmo donde ocurrió el crimen.

El retrato que dibuja la gente que le conoció o tuvo contacto con él en el pasado describe a un hombre con una vida caracterizada por un marcado nomadismo y una personalidad dual y contradictoria. Desde la brutal conducta de un forofo del fútbol hasta la amabilidad seductora de un joven que alterna en los clubes nocturnos más distinguidos de Estocolmo y que incluso llega a jactarse de su amistad con las princesas del reino.

El fotógrafo Patrick Persson, del diario Aftonbladet, ha contado cómo fue perseguido y golpeado por el sospechoso en la ciudad de Malmö cuando éste, junto con un grupo de forofos del equipo Djurgården de la capital sueca, se encontraban en un bar esperando la hora del partido contra el equipo local. Cuando el fotógrafo quiso documentar un incidente surgido con la policía, fue agredido e insultado por el presunto asesino de Anna Lindh.

Pero al tiempo, según otros testimonios, el sospechoso frecuentaba la compañía de los amigos de las princesas Victoria y Magdalena de Suecia y llegó a conocer superficialmente a esta última. Durante su época de estudiante en la ciudad de Lund acudió a fiestas lujosas en las que procuró acercarse al círculo de amigos de las princesas. Después se jactaba de "ser amigo de las princesas". Por lo menos en dos ocasiones, cuenta uno de los testigos, coincidió en el Café de la Ópera de Estocolmo con Victoria, aunque no hay constancia de que la haya siquiera saludado.

Al parecer, con alguna tarjeta de crédito robada o falsificada, el sospechoso se sentía generoso y era propenso a invitar a sus acompañantes.

El Tribunal de Primera Instancia de Estocolmo decidió ayer mantener encarcelado preventivamente al sospechoso por "motivos razonables" de que se trate del autor del crimen. Esto significa que las pruebas contra el detenido no son aún lo suficientemente sólidas y que los investigadores tendrán una semana para reunir nuevas evidencias. Técnicamente, la posición del detenido no ha empeorado considerablemente, aunque ahora es sospechoso de ser el autor del crimen, mientras que hasta ahora sólo lo era de "participación" en el asesinato. El tribunal deliberó durante una hora y media antes de adoptar su decisión. La formulación adoptada por el tribunal es, en la terminología jurídica de Suecia, la más débil que se le imputa a un sospechoso

La llegada del hombre del NK al tribunal, cubierto con una manta y acompañado por su abogado, estuvo rodeada de grandes medidas de seguridad. La policía tuvo ayer el resultado del ADN de las manchas de sangre de la gorra hallada en las inmediaciones del lugar del crimen, pero no informó sobre su contenido. Incluso suspendió la rueda de prensa programada para después de conocerse el resultado. El sospechoso, que ha negado hasta ahora su participación en el crimen, se encuentra en una celda especial, aislado del exterior. Sus movimientos están controlados en todo momento para prevenir cualquier intento de suicidio. Según su abogado, Gunnar Falk, el sospechoso, un hombre de 35 años, ha contestado a todas las preguntas formuladas en los interrogatorios policiales.

Por otra parte, más de mil personalidades europeas y de otros países se reunieron ayer en Estocolmo para asistir a la ceremonia de homenaje a la memoria de Anna Lindh celebrada en el Ayuntamiento de la capital sueca.

Javier Solana (centro) y el secretario general de la OTAN, George Robertson, en el funeral de Anna Lindh.
Javier Solana (centro) y el secretario general de la OTAN, George Robertson, en el funeral de Anna Lindh.EFE

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