Vallejo anuncia nuevas medidas de asistencia y ayuda para los 60.000 enfermos de Alzheimer y sus cuidadores

El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Francisco Vallejo, afirmó ayer que el Plan Andaluz de Alzheimer, que ofrece desde hace un año una atención específica a estos enfermos y sus cuidadores, ampliará sus actuaciones y medidas para luchar contra los efectos de esta enfermedad, que afecta a unas 60.000 personas en la comunidad andaluza. El 90% de estos enfermos vive con sus familias y el 40% es dependiente de otras personas porque sufre una pérdida de capacidad, autonomía y un declive agudo de sus facultades mentales.

Las nuevas medidas sanitarias se aplican desde el año pasado en colaboración con la Federación Andaluza de Enfermos de Alzheimer, Vitae, en el centro Villa Maruja de San Fernando (Cádiz). El objetivo de la Consejería es ampliar este programa el resto de la comunidad tras los buenos resultados obtenidos.

"Tenemos que valorar lo que estamos haciendo y cómo están funcionando nuestras tecnologías, pero está claro que el plan que hemos hecho y el proceso de demencias que pondremos en marcha también hay que extenderlos en toda Andalucía", afirmó Francisco Vallejo.

El consejero reconoció que su departamento tendrá que dedicar más recursos y partidas económicas para atender a las nuevas demandas de los familiares de los enfermos. "Estos procesos conllevarán nuevos recursos que se destinarán a nuevos especialistas y neurólogos que están demandado las familias y que son necesarios sin ninguna duda", dijo.

El Plan Andaluz de Alzheimer se centra en la prestación de los servicios sanitarios a domicilio, la labor de los cuidadores y los contactos entre los parientes y los centros de salud, según detalló Vallejo, quien se confesó "satisfecho" con los resultados obtenidos hasta la fecha.

El consejero resaltó los principios básicos de este plan, que persigue, en especial, dotar a las asociaciones de familiares de las herramientas que les permitan ser cada día más autónomas y eficientes en la prestación de servicios, así como facilitar el intercambio de conocimiento entre enfermos, parientes y profesionales, y aumentar la implicación de todos los miembros de la familia en el cuidado del paciente, en especial de jóvenes y niños. Con todo, insistió en la necesidad de redoblar los esfuerzos para dotar este plan de nuevos instrumentos "que favorezcan el diagnóstico precoz y que permitan romper nuevas barreras".

Para concretar estos objetivos, la Consejería trabaja con las 52 asociaciones que se han creado en la comunidad con la premisa de ayudar a los enfermos y a sus familias, que sufren directamente los efectos negativos de esta patología de degradación mental. La nuevas medidas que prepara Salud se completarán además con actuaciones previstas en el decreto de apoyo a la familia andaluza, mediante la aplicación de los programas de cuidados de enfermería y fisioterapia en el domicilio del enfermo.