Cobos Wilkins narra en su nueva novela el paso de la infancia a la adolescencia

"Mientras tuvimos alas surgió de un verso mío en el que reparaba en la famosa frase de Hamlet: 'Ser o no ser, ésa es la cuestión", cuenta el escritor Juan Cobos Wilkins de su nuevo libro editado por Plaza & Janés. "¿Y si el príncipe entre ser o no ser elige la o?", se pregunta. "De la elección de la o he querido hablar en esta historia de inocencia o perversión", explica. El autor compara su novela con un hojaldre de varias capas. "Este libro es como en un iceberg, no se ve la parte sumergida y cosas que parecen evidentes en el primer tercio de la novela no lo son, y el lector choca con algo que no espera. Confío en llenarlo de libertad, de alas", continúa Cobos Wilkins.

Mientras tuvimos alas cuenta el veraneo de Arcadio, un niño con un soplo en el corazón, en la localidad onubense de Umbría. "Yo pasé mis veranos allí en un palacito de madera con porche y cortinas de esparto", recuerda el director de la Fundación Juan Ramón Jiménez y de la colección poética homónima. "Está lleno de historias que yo iba escuchando mientras crecía y hay bastante proximidad entre el protagonista y el niño que soy yo ahora".

Arcadio está rodeado de unos personajes "poéticos, fascinantes y de mirada perturbadora". "Hay un padrino que colecciona libros de escritores suicidas, un desfile de tatas que cuentan historias de fantasmas o la prima Laura Llewelyn, que aparece y desaparece...". Frente a su anterior novela, El corazón de la tierra, "una página oculta de la revolución de los mineros de Riotinto", ésta "no tiene carácter épico". "Cuenta el paso de un niño de la infancia a la adolescencia y busca una literatura distinta. No está lleno de vísceras, sangre y tragedias, pero es visceral".