Una carga de la Guardia Civil causa tres heridos en Castellar

La Guardia Civil "cargó de forma indiscriminada" para atajar una pelea entre skins y jóvenes de Castellar del Vallès en la madrugada de ayer. Lo aseguran diversos vecinos de la población, que estos días celebra su fiesta mayor, aunque el cuerpo policial asegura que lo hizo para "separar a dos grupos" y evitar una "batalla campal". En cualquier caso, la actuación policial acabó con un solo detenido y tres heridos.

El detenido es Salvador Solé, de 52 años, acusado de alteración del orden público y desacato a la autoridad. Solé es también uno de los heridos y sufrió rasguños en la nariz y magulladuras en los brazos y la espalda. Otro de los heridos es Josep Carbonell, de 55 años, que sufre un hematoma en un ojo por el impacto de una pelota de goma. El tercer herido es un guardia civil, supuestamente víctima de los golpes de Solé.

Los vecinos están atemorizados y afirman que no pueden seguir con su vida habitual

A la Guardia Civil le consta sólo un detenido y no ha confirmado si la persona a la que supuestamente se le intervino una navaja y hachís lo es. Pero al margen de los heridos, diversos ciudadanos también explican que fueron golpeados por la Guardia Civil. Entre ellos, un bombero y un miembro del grupo de gigantes y cabezudos. Todos se habían dirigido a la fiesta tecno que se celebraba en unas naves de la plaza Mayor.Fueron en grupo, porque tenían "miedo de los cabezas

rapadas", explican los vecinos, después de recordar que este grupo ya había provocado incidentes unos días antes durante las fiestas. Pero al llegar al concierto, los vecinos se encontraron a un pequeño grupo de cabezas rapadas en la puerta, y a guardias civiles. "Para acceder a la nave teníamos que pasar una especie de pasillo y aguantamos toda clase de insultos de los skins", explica uno de los presentes. Alguien respondió, lanzó botellas y allí empezaron los incidentes.

"Yo estaba hablando con un guardia civil, intentando calmar los ánimos, y de repente vinieron las unidades especiales, me pasaron por encima y recibí algunos golpes", explica un testigo. La versión de la Guardia Civil asegura que había una batalla campal y que llamaron a siete furgonetas de la unidad especial de intervención "para controlar a cerca 200 personas y evitar un enfrentamiento entre grupos". Sea como fuere, los gigantes decidieron concentrarse ayer ante el cuartel de la Guardia Civil para dejar claro que no quieren violencia.

Condena unánime

El alcalde de Castellar del Vallès,Lluís Corominas (CiU), se reunió con un centenar de vecinos para analizar los hechos ocurridos. Antes, y tras una larga reunión de más de dos horas, todos los grupos municipales, (CiU, ERC, ICV, EUiA, el PP y el PSC) firmaron un comunicado en el que manifiestan su repulsa por "los incidentes provocados por personas de ideología fascista". La toma de posición municipal muestra su apoyo en todos los ámbitos, "incluido el jurídico", a las personas "víctimas de todo tipo de violencia" y denuncia que "este no es un hecho aislado", sino "la culminación de dos años de falta de actuación por parte de todos los cuerpos de seguridad del Estado".

Los grupos municipales también denuncian "que en los últimos tres días no se ha practicado ninguna detención entre las personas que han causado estos altercados" y afirman que exigirán a la Delegación del Gobierno, "la erradicación de la violencia". El comunicado exige responsabilidades a la Guardia Civil por "la carga indiscriminada". Corominas leyó el comunicado a la prensa y a los vecinos. Tras escucharlo, éstos empezaron a preguntar. Están inquietos, inseguros y se sienten impotentes. Más de uno, en la sala de plenos del Ayuntamiento, preguntó: "¿Nos podemos fiar de la Guardia Civil?". Un padre interrogó al alcalde acerca de si podría salir a pasear con sus hijos. "Tenemos la sensación de que no podemos hacer vida normal", se quejaba.

El incidente de la madrugada de ayer es el segundo en menos de tres días. El pasado 11 de setiembre, un centenar de cabezas rapadas boicotearon el concierto de la Diada lanzando piedras y botes de humo contra el escenario. A estos vecinos les preocupa este grupo de jóvenes -la mayoría no llega a los 20 años- que luce la estética propia de los cabezas rapadas. Son visibles y conocidos por todos. "Hace cinco años eran tan sólo unos 15 que se reunían en el casal de joves, ahora son 80", explica un vecino. "¿Qué ha fallado? ¿La prevención?", se preguntaba otro. Son jóvenes que el fin de semana acuden al campo de fútbol desplegando banderas españolas y lanzando vivas al Ku Klux Klan, "se mueven a sus anchas con sus esvásticas y su parafernalia nazi", comentaba un vecino. "Han intentado quemar la casa de algún inmigrante", explicaba otro.

"Hemos instruido 75 diligencias contra 15 personas en dos años, pero siempre lo hemos hecho nosotros", respondía el alcalde, reiterando sus quejas contra la Delegación del Gobierno por la falta de efectivos policiales. "Son 12 guardias civiles para la población de 30.000 habitantes de Castellar, Sant Llorenç y Sentmenat". Pese a todo, la fiesta mayor continuará celebrándose en Castellar. Eso sí, los conciertos no se celebrarán al aire libre.