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Los emergentes de la moda se suman en Circuit a la experiencia del videoarte

Se mantiene con fuerza entre los jóvenes la teoría y práctica del reciclado

De manera independiente en un garaje, Cornelia Parker (un colectivo abanderado por Macarena Obrador, que ya en 2002 firmó estilismos en Eurovisión y vistió a Björk en la última gira de la cantante islandesa), presentó una colección para el próximo verano inspirada en la película Blow up (Michelangelo Antonioni, 1967), y en la estética que la modelo Verushka expandió en la década de los sesenta y que alimenta la ilusión futurista, la combinación de blancos, negros y rojos, aderezado con sugerencias estilísticas como el empleo de tules, plisados y cintas de colores.

El interés por lo novedoso volvió al MerkaFad, en la sede del FAD de la plaza dels Angels, donde anteayer un grupo de jóvenes procedentes de diferentes escuelas vendió sus propuestas de final de curso, algunas llenas de interés y presentadas en un desfile en la noche del viernes. Las ganadoras de concurso Premios Modafad fueron Laia Guerrero, procedente de la Escuela Superior de Diseño, y Gemma Degara, de la Llotja.

Según la visión de este colectivo, la ropa que nos ponemos debe reflejar la realidad y el estado de ánimo, y así optan por los tejidos naturales y una costura más realista y sin superficialidades, rescatando del armario prendas en buen estado y casi listas para usar, que se transforman y vuelven a poner en circulación, con estilismos atrevidos en la forma de mezclar y colocarse tales vestimentas.

Vida efímera e intensa

La exposición Lucky Strike Design convocó bajo las imponentes arcadas del Museo Marítimo a artistas plásticos, videoartistas y creadores de moda en asociaciones algunas más estables que otras. Ser trataba de, con el tradicional y casi legendario logotipode la firma patrocinadora, elaborar piezas destinadas a una vida tan efímera como intensa. Las obras audiovisuales estaban integradas por firmas y nombres de la moda en maridaje con artistas de otras disciplinas: Spastor con Daniel Riera (Tell me that

you love me); David Delfín con Diego Postigo (10 strikes); La casita de Wendy con Ramiro E. (Dancing

Queen); Paulinha Rio con Xavi Ribera (Mi muerte elegida) y finalmente, Locking Shocking con la más conseguida e impactamente obra presentada: Konig.

Otros artistas en solitario fueron los modistas Roberto Diz y José Miró y la pintora María Viñas. La exposición, montada estratégicamente en el estilo de la discutida Bad boys de la última Bienal de Venecia, intentaba establecer esa relación contaminante y sin fronteras entre las artes visuales y la moda vanguardista.

La pareja de creadores que figura bajo el lema Locking Shocking hizo un planteamiento serio hasta el dramatismo con su Konig, acaso metáfora despiadada del amor no correspondido entre la moda misma y su víctima. Los propios modistas sirvieron de actores, desnudos y concentrados, en una escena sobrecogedora, registrada con limpieza, donde se corona el desamor y que hacía pensar enseguida en el Enrique II o el Cimbelino de Shakespeare, con el fondo sonoro de una casi olvidada pero aún intensa canción de Nico. Otro vídeo de interés, igualmente tenso y lleno de oscura poesía, fue el de Paulinha Río y Xavi Ribera, un verdadero poema al suicidio con el fugaz fotograma de la etiqueta de la primera.

Un detalle del pase de Alberto Tous.
Un detalle del pase de Alberto Tous.VINCENS GIMÉNEZ

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