Enseñanza admite que "algunas clases estarán llenísimas"

La consejera de Enseñanza, Carme-Laura Gil, está convencida de que "todos los alumnos caben", si bien reconoce que algunas clases "estarán llenísimas". A juicio de la consejera, la llegada masiva de alumnos -en su mayoría inmigrantes- durante el verano no supondrá ningún problema cuando el próximo lunes comience el curso escolar. Ante las numerosas preguntas de los periodistas al respecto, Gil respondió que "quizá los directores deberían recibir un curso de planificación" e instó a los profesores a organizarse mejor.

La consejera, en la tradicional comparecencia ante los medios de comunicación previa al inicio del curso, reconoció que el número de alumnos por clase será más alto este año, y que algunas aulas "estarán llenísimas", pero restó importancia a este hecho. Aseguró que hay 1.300 nuevos profesores para hacer frente a esta masificación y que, además, como cada clase tiene más de un docente asignado, aunque se superen las ratios (el número de alumnos por clase) establecidas, "todos los niños tendrán la atención que merecen".

Gil añadió que la preocupación de profesores y sindicatos por la falta de plazas ante la llegada de alumnos inmigrantes durante el verano y por las matriculaciones fuera de plazo -la denominada matrícula viva- es baladí "porque todo está preparado y hay recursos, equipamientos y profesores para todos". La consejera insinuó que quizá los profesores y directores de centro "necesitan un cursillo de organización".

Sin embargo, al preguntársele sobre el número de estudiantes que se incorporan tardíamente al curso, Gil se negó a dar una cifra y alegó que muchas matriculaciones nuevas se deben a cambios de domicilio, por lo que en realidad no son nuevas incorporaciones. La titular de Enseñanza agregó que el problema se debe a que los catalanes tienden a cambiar de residencia y de municipios, y solicitan una nueva plaza escolar a la vez que mantienen la antigua ""como medida de seguridad". Gil se remitió además a las nuevas construcciones de centros escolares -130 en dos cursos- para demostrar que tales temores son infundados.

Alumnos inmigrantes

De acuerdo con la previsión de Enseñanza, el curso que comienza el lunes contará con 1.037.624 alumnos, 26.498 más que el año pasado, de los que el 7,1% son de procedencia inmigrante, es decir, de padre y madre extranjeros. Este porcentaje, que supera al del año pasado en casi dos puntos, lo copan los alumnos de procedencia latinoamericana, que suponen casi el 50%, muy por encima de los magrebíes (28,7%) y los europeos no comunitarios (8,8%).

Al respecto, Gil insistió en que "hay que cambiar el chip y no hablar más de alumnos inmigrantes, sino de alumnos catalanes a secas" y subrayó que el departamento ha duplicado las horas de talleres de lengua en primaria y secundaria y que a lo largo de este curso se aplicará el plan general. Otra novedad para este curso anunciada por Gil es que los alumnos inmigrantes o los autóctonos con necesidades especiales tendrán la opción de recibir una hora complementaria de clase para recuperar o repasar las lecciones. Pere Solà, director general de Ordenación Educativa, explicó que el departamento estima en un centenar los centros que podrían desarrollar esta medida.

Gil explicó que el Plan de la Inmigración ya prevé que "se invierta todo lo necesario" en aquellas zonas donde urbanísticamente está concentrada la población inmigrante o con problemas socioeconómicos.El aumento de los niños de primero de Primaria para este nuevo curso es significativo: pasan de unos 59.000 alumnos en 2002-03 a 63.000 este 2003-04. Y es que la tasa de natalidad aumentó en 2000 con respecto a otros años y hubo 63.489 nacimientos, según datos del Instituto Catalán de Estadística.

Como en el caso de los alumnos de matriculación tardía, otro de los datos que Enseñanza prefirió no facilitar es el número de alumnos que este curso estudiarán en barracones. En todo caso, la consejera reconoció que 19 centros funcionarán este curso en aulas prefabricadas, pero subrayó que los barracones son la única forma viable de escolarizar "de manera temporal" hasta que finalicen las obras de los centros.

Respecto a las plazas de guardería prometidas por Enseñanza, -otra de las reclamaciones de padres, profesores y sindicatos-, Gil anunció que la Generalitat firmará en breve un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para impulsar 1.000 plazas nuevas.

Con respecto a la nueva política de evaluaciones que propugna la LOCE, que empezará este nuevo curso, Gil fue muy crítica y anunció que el departamento está ultimando un decreto propio para evaluar "de forma parecida a como hacíamos antes, de forma global y pensando en el futuro del alumno, y no en su pasado", en referencia a la antigua medida, ahora recuperada por el Ministerio de Educación, de repetir curso en caso de suspender más de dos asignaturas.

Y, finalmente, en tiempo de campaña electoral, la consejera no se abstuvo de criticar a la oposición. Sobre el compromiso del candidato a la presidencia de la Generalitat del PSC, Pasqual Maragall, de incrementar en 680 millones de euros anuales durante cuatro años el presupuesto en Enseñanza, Gil subrayó que la Generalitat ha invertido 700 millones más en ese mismo periodo y "eso sin contar el gasto en las nuevas contrucciones". En este sentido, Gil dijo que anunciar esta cifra "es no conocer el sistema educativo en absoluto".