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El Gobierno vasco aprobará el proyecto de reforma del Estatuto a finales de octubre

Ibarretxe no llevará al Parlamento el próximo día 26 el texto articulado, sino sus líneas generales

El lehendakari no llevará al Parlamento, para el pleno de política general del próximo día 26, el texto articulado de su propuesta de libre asociación. Juan José Ibarretxe expondrá en esa ocasión las líneas maestras de su plan, pero el texto articulado como tal no entrará en la Cámara ese día. Así lo sugirió el propio lehendakari el martes pasado en San Sebastián, al término de la primera reunión de su Gobierno tras las vacaciones, y lo confirmaron ayer fuentes de Ajuria Enea. Ibarretxe le quitó relevancia a este hecho. "Es secundario que el proyecto tarde unos días en llegar al Parlamento", afirmó.

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La Cámara vasca tendrá que esperar quizá un mes más desde el debate de política general del día 26 para conocer en su textualidad el proyecto de ley de reforma del Estatuto de Autonomía. Su aprobación en consejo de Gobierno puede retrasarse hasta finales del mes de octubre, en una de las dos reuniones del Ejecutivo vasco que flanquean el 24 aniversario de la aprobación en referéndum del texto de Gernika, el 25 de octubre de 1979.

La aprobación del anteproyecto y su remisión a la Cámara constituirán los primeros pasos para dotar de existencia real a la propuesta. Ésta está todavía terminando de ser perfilada, en reuniones del lehendakari con sus socios de Gobierno, EA e IU, que proseguirán esta y las próximas dos semanas. Aunque las líneas generales están consensuadas, coinciden en reconocer representantes de los tres partidos y de la propia presidencia del Gobierno vasco, la plasmación en artículos concretos del proyecto que el Gobierno debe aprobar y someter al Parlamento llevará todavía algún tiempo, admiten las mismas fuentes.

En la voluntad y la conveniencia de Ibarretxe, el debate se dilatará en el tiempo hasta por lo menos después de celebradas las elecciones generales y despejadas las incógnitas sobre el futuro gobierno de la nación. Fuentes del tripartito que sostiene al Gobierno de Ibarretxe dudan que el debate eche a andar siquiera antes de febrero del año próximo. Para ello juegan con la aprobación del proyecto en consejo de Gobierno a finales de octubre y su entrada en la Cámara a primeros de noviembre. En esas mismas fechas debe empezar el debate sobre los presupuestos para 2004, que es prioritario, y volverá a focalizar la atención y a enrarecer el clima en la Cámara hasta fin de año. Al ser enero un mes inhábil, el debate del proyecto de ley arrancaría realmente en febrero.

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La duración del debate vendrá dada por el trámite parlamentario, que permite estirar o encoger los plazos a voluntad de la mayoría que controla la presidencia de la comisión en la que se producirá. Con toda probabilidad se constituirá en su seno una ponencia, cuyos trabajos pueden prolongarse durante meses si, además del debate entre los grupos parlamentarios, se decide acoger en ella las comparecencias de diferentes agentes sociales. Ibarretxe no lo ha dicho aún claramente, y será misión de los grupos determinarlo, pero cuando se refiere a la discusión de su propuesta siempre afirma que será un debate amplio, abierto y con participación de toda la sociedad, lo que podría indicar un camino de ese tipo.

Éste fue el procedimiento seguido a lo largo de 2002, con el debate que Ibarretxe abrió tras el pleno monográfico de octubre de 2001, hasta concluir en el dictamen de la Comisión Especial de Autogobierno de julio de 2002, en cuyo mandato se basó Ibarretxe para presentar, dos meses más tarde, su iniciativa de libre asociación.

Ese debate podría acortarse en el tiempo, hasta junio de 2004, o por el contrario alejarse hasta finales de ese año, dependiendo del interés del lehendakari y del momento que estime más oportuno si decide disolver anticipadamente la Cámara en busca de una mayoría absoluta que ahora no tiene y que podría lograr tras la ilegalización de la coalición Batasuna.

El lehendakari conversó ayer sobre su plan con el secretario general de ERC, Josep Lluis Carod-Rovira, que le mostró su apoyo y denostó la "actitud criminalizadora" del PP, del que destacó su "marginalidad" en Cataluña. Carod-Rovira, que por la mañana se vio con sus socios de EA, afirmó que las sociedades y los procesos vasco y catalán son distintos, por lo que consideró que "no tienen por qué andar al mismo ritmo".

Juan José Ibarretxe y Josep Lluis Carod-Rovira, secretario general de Esquerra Republicana, ayer, en Vitoria.
Juan José Ibarretxe y Josep Lluis Carod-Rovira, secretario general de Esquerra Republicana, ayer, en Vitoria.PRADIP J. PHANSE

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