Las denuncias por maltrato bajan un 30% en Navarra en la primera mitad de 2003

En Navarra, las mujeres maltratadas denuncian cada día más las agresiones. Esta realidad, unida a que el número de denuncias de malos tratos en el primer semestre de 2003 descendió en un 30%, permite vislumbrar una ligera mejoría en una lacra social contra el que las instituciones forales luchan coordinadamente.

En los seis primeros meses de 2002 los distintos cuerpos policiales navarros tramitaron 346 denuncias de malos tratos y agresiones sexuales. Esa cifra ha sido de 243 en la primera mitad de este año, si bien la Policía Foral intervino en otras 88 ocasiones que no derivaron en atestados por falta de denuncia o no identificación de la víctima.

Una gran parte (182) de esas denuncias en la primera mitad de 2003 correspondió a malos tratos físicos (88), psíquicos (53) o a ambos conjuntamente (41). Se registraron además 5 denuncias por abusos sexuales, 14 por agresión sexual, 2 por acoso, 17 por amenazas y 6 por abandono de familia.El aumento de la concienciación en las víctimas de la necesidad de denunciar estos hechos se une al intenso trabajo interinstitucional coordinado por el Instituto Navarro de la Mujer (INAM), dependiente del Gobierno foral, en prevención y atención integral. Sus resultados empiezan a ser alentadores, aunque las cifras de denuncias sean un indicador parcial de una realidad que sigue permaneciendo oculta en demasiadas ocasiones.

Para Teresa Aranaz, directora del INAM, hay otro destacado factor de esperanza en la mejora de la atención a las mujeres agredidas: la reciente aprobación de la ley reguladora de la orden de protección de las víctimas de la violencia doméstica, que confiere a la mujer un estatuto integral de protección.

La primera solicitud de una orden de estas características se produjo en Navarra hace escasos días para proteger a una mujer hospitalizada que venía sufriendo malos tratos de su marido, E.J.M.V., de 54 años, natural de Bilbao y vecino de Pamplona, que le agredía desde hacía treinta años. El agresor se encuentra en prisión por orden del juez. La víctima había denunciado 14 veces a su marido en los últimos trece años e ingresó el 25 de agosto en un hospital de la capital navarra a consecuencia de la última paliza. El miedo hacía que retirara las denuncias por temor a las represalias. Incapaz de soportar más la situación, esta vez solicitó, además de una medida de alejamiento, una orden de protección y su inmediato traslado a un centro de acogida.

Navarra dispone de un centro de urgencias para casos de malos tratos con capacidad para 14 mujeres. Es gratuito y en él pueden permanecer las víctimas hasta un mes. En este año el grado de ocupación ha variado entre un 49,7% en mayo y un 24,1% en julio. En la casa de acogida, con 12 plazas de capacidad, las víctimas pueden permanecer hasta seis meses. Su ocupación en abril llegó al 73,8%.

El Instituto Navarro de Bienestar Social dispone de un tercer recurso de protección, cinco pisos donde residen mujeres que, por sus especiales circunstancias, requieren de plazos más largos de atención.