Las luchas globalizadoras del nuevo siglo

Desde hace algunos años asistimos a una convergencia de los movimientos sociales. En Seattle, a finales de 1999; en Génova, en 2001; en el Otro Davos, también en 1999, y en Porto Alegre II, en 2002 y 2003, las reivindicaciones, las convergencias y la búsqueda de alternativas avanzan significativamente. El movimiento de movimientos permanece aún múltiple y abierto y, sin embargo, ciertas orientaciones comienzan a precisarse. El sistema capitalista, en particular su versión neoliberal, está siendo considerado como la principal fuente de diversos males -sociales, ecológicos o culturales- y los debates alrededor de las estrategias de desarrollo alternativo se han intensificado y han ganado terreno.

Esta obra intenta ser un informe sobre el estado de estas luchas, apoyando las posiciones que los movimientos populares defienden en sus enfrentamientos cotidianos. A través de los escritos de estas organizaciones, propone una lectura crítica de sus puntos de vista y de los elementos alternativos que se desprenden de ellos.

Este informe se hace eco de las posiciones de los individuos y las organizaciones que participan en el Fórum Mundial de Alternativas: está en contra de las opiniones dominantes neoliberales y piensa que éstas sólo pueden producir la polarización de la riqueza, el deterioro a veces dramático de las condiciones de vida de pueblos enteros, en particular de los trabajadores, mujeres y autóctonos, la destrucción acelerada del medio ambiente y la disolución de las especificidades culturales.

Los autores reconocen que la ambición de este informe es grande, ya que se propone abarcar al mundo en su conjunto, una tarea nada fácil. Como tampoco es fácil que todos acepten la hipotésis de partida: que la globalización -sea nueva o antigua- ha tejido entre las regiones y los pueblos del planeta lazos de interdependencia desiguales de tal envergadura que implican que los cambios deseados deban avanzar desde todos los planos, nacionales y mundiales. La fórmula preconizada en el informe es de corte totalmente internacionalista: frente a la globalización del capital hay que construir la globalización de los pueblos como única manera de poder llegar a una fórmula diferente a la propuesta por los neoliberales.

El informe, en definitiva, aborda todos los aspectos de la realidad -económicos, políticos, sociales, ideológicos y culturales- a través de las aportaciones de un gran número de colaboradores que, sin embargo, no han podido cubrir exhaustivamente todas las regiones del mundo ni han podido rendir cuentas de todos los problemas transversales que afectan a la humanidad en su conjunto.

Conseguir todos esos objetivos es difícil, aunque quizá no imposible, algo que plantean en este libro a través de cuatro partes bien diferenciadas: una presentación acerca del estado de las resistencias y las luchas, un análisis de algunas problemáticas transversales, una reflexión acerca de los desafíos y finalidades de los movimientos y una evaluación acerca de las alternativas de las que las fuerzas populares son portadoras.

Los autores, en cualquier caso, se muestran optimistas respecto al futuro. "La arrogancia del discurso neoliberal globalizado está herida. En el curso de la segunda mitad de los años noventa, eventos tales como Seattle o Porto Alegre le han hecho perder gran parte de su credibilidad. Los pueblos ya no creen en las pretendidas virtudes del discurso dominante, ni en el carácter ineluctable de las prácticas que éste impone".