El último misterio de García Lorca
CARLOS E. CUÉ | Madrid
El asesinato más oscuro de la Guerra Civil tiene móvil, asesinos y cómplices, pero no cadáver. El cuerpo de Federico García Lorca yace en una fosa común junto a un maestro y dos banderilleros miembros de la CNT. Allí los dejaron sus asesinos en la madrugada del 19 de agosto de 1936. Ésa es la teoría, pero nadie la ha podido comprobar hasta ahora.