Los traficantes trasladan hacia Argelia las zonas de embarque de las pateras
Los traficantes de seres humanos que operan desde Marruecos han desplazado hacia la frontera argelina los puntos de embarque de las pateras que atraviesan el Estrecho, lo que ha provocado que los lanchones hayan llegado incluso a Murcia. Aunque Cádiz aglutina aún el grueso del tráfico, con 3.311 inmigrantes detenidos entre enero y agosto, las pateras han dejado en las costas de Almería en ese periodo a 1.422 extranjeros; a otros 1.226 en Granada, 220 más en Málaga y, por primera vez, a cuatro en Murcia.
El cambio de las rutas ha sido detectado por la Guardia Civil en los últimos meses, que también han apreciado un aumento de los flujos en el Estrecho, en detrimento de Canarias. Los traficantes intentan evitar con el cambio de rutas el llamado Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho (SIVE), plenamente implantado en Cádiz pero que sólo funciona "con medios móviles" en el resto de la costa sur. No obstante, el Ministerio del Interior precisa que el SIVE está para detectar las pateras, "pero no puede impedir ni que zarpen ni que intenten llegar".
Además, dos hechos han provocado que el Estrecho haya registrado un repunte extraordinario del trasiego de africanos (6.273 de enero a agosto, 500 menos que en todo 2002), frente al ligero descenso de Canarias (4.828 este año frente a los 9.875 de 2002): la crisis del islote Perejil, que cerró el flujo de pateras desde las inmediaciones de Ceuta durante el año pasado, y el mejor estado de la mar en el estrecho, donde el récord histórico de llegadas en un mes, los 2.662 inmigrantes que arribaron en octubre de 2000, ha estado a punto de ser batido en el agosto que acaba de terminar, con 2.483.
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