Las fórmulas de los 'jóvenes 10'
Abrumadora mayoría de chicas entre los 50 bachilleres más brillantes
Teatro, danza, inglés, García Lorca, salir de marcha con los amigos... y un 10 de nota media. "Se trata de saber organizarte", explica María Ángeles, de 17 años, uno de los 50 cerebritos que han logrado uno de los mejores expedientes de bachillerato de España. Junto a 49 compañeros, esta murciana acaba de empezar, con un mes de adelanto, su vida universitaria. Desde el viernes están concentrados en Santander, becados por el Ministerio de Educación, para participar en el Aula de Verano Ortega y Gasset, que ha organizado la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) por tercer año consecutivo para los jóvenes que han sacado mejores notas en el bachillerato.
Durante dos semanas, María Ángeles y sus compañeros recibirán una iniciación privilegiada a la Universidad. Ayer por la tarde tocó observación del espacio de la mano de Juan Pérez Mercader, director del centro de Astrobiología de Torrejón de Ardoz (Madrid), asociado a la NASA. Y les esperan clases de bioética, literatura, filosofía, política o Internet con profesores como Margarita Salas, experta en biología molecular; Victoria Camps, catedrática de Filosofía, o Manuel Gutiérrez Aragón, director de cine.
"Estudio clarinete, juego al rugby, voy al cine y me gusta salir viernes y sábado", dice uno de los becados
Un vistazo al aula permite constatar que las mujeres están copando cada vez más la Universidad -y no sólo en ramas tradicionalmente femeninas- y que abundan entre los estudiantes más brillantes. Las chicas ganan por goleada: 37 a 13, lo que es una muestra "de los cambios de la sociedad española, de los que debemos congratularnos", según el director general de Universidades, Pedro Chacón. Ricardo, de Jaén, y futuro teleco, sigue al pie de la letra su consejo: "Me parece estupendo que haya tantas chicas", comenta entre risas.
El objetivo de estas clases es "evitar la enorme desorientación de los alumnos" que inician su formación superior, afirma uno de los directores del curso, Pedro Cerezo. María Ángeles, sin embargo, no parece nada desorientada. Ha escogido estudiar Filología Hispánica consciente de que "su salida es la enseñanza". "Me llena mucho, creo que conseguir transmitir algo es muy enriquecedor, y la literatura me apasiona", cuenta. Pero también le encanta "la fiesta", reconoce. Su truco para ser una chica 10: "Saber cortar; si hoy no puedo, pues no puedo. A veces me he vuelto de bailar a las dos de la madrugada y me he puesto a estudiar".
Cada uno tiene su método, pero ninguno se reconoce en la imagen del empollón que sólo vive para los libros. Víctor tiene 18 años, es de Palencia y empieza Arquitectura en Valladolid. "Estudio clarinete en el conservatorio, juego al rugby, voy al cine, y me gusta salir los viernes y los sábados", enumera. Para él, el secreto de sus notas no está en el tiempo de estudio, sino en la concentración. "Tengo compañeros que se ponen a estudiar, pero no con la atención que deberían, sino que están pensando en lo que van a hacer después".
Aunque estos brillantes estudiantes han elegido carreras de todo tipo, llama la atención que casi la mitad de ellos hayan escogido estudios técnicos o biosanitarios -Teleco, Medicina, Arquitectura o Ingeniería Industriales-. Juan, de Motril (Granada), ha optado por Físicas. "Pensaba hacer alguna ingeniería, pero me gusta más la teoría, más los fundamentos que la aplicación", explica este aficionado a la ciencia-ficción y a la música de los setenta, que tiene claro que su elección final tiene menos salidas. La solución, "matarme a estudiar", predice.
Las expectativas iniciales de muchos de estos chicos 10 sobre su primer contacto con la Universidad son sencillas: "Conocer gente interesante", "divertirme". Dentro de un mes, cuando comiencen la carrera, la cosa se pone más seria. "Espero formarme para poder desarrollar mi trabajo adecuadamente", dice Javier, de Palencia, futuro ingeniero industrial. "Que me forme también como persona", espera Juan. "Poder estudiar lo que realmente te gusta", resaltan María Ángeles y Chelo. En cualquier caso, Cerezo, uno de los directores del curso, les recomienda "acudir como Don Quijote, con ilusión y resolución, a la llamada de esta gran aventura".
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