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Reportaje:

La seducción de UPN

Miguel Sanz ha incorporado a su equipo a dos destacadas ex dirigentes del socialismo navarro

El nuevo Gobierno de UPN ha integrado en sus filas a una destacada dirigente histórica del socialismo navarro, la ex diputada Reyes Berruezo, nueva consejera de Bienestar Social, Deporte y Juventud. El fichaje de Berruezo por el presidente Miguel Sanz forma parte de una cuidada estrategia destinada a recortar el margen de maniobra del PSN. El nombramiento de Berruezo ha ido acompañado por otros fichajes de socialistas relevantes, como María Dolores Eguren, ex presidenta del Parlamento foral por el PSN y ahora directora del Servicio de Participación en el Proceso de Construcción Europea, un alto cargo de nuevo cuño creado en el departamento de Economía y Hacienda.

La integración de algunos descontentos del PSN en el organigrama de Ejecutivo foral ha sido el último eslabón de la cadena de seducción que la derecha navarra comenzó a tejer tiempo atrás en el entorno socialista, cuando comprobó que el secretario general del PSN, Juan José Lizarbe, rechazaba de plano reeditar una política global de colaboración con la derecha y no renunciaba al diálogo con los nacionalistas democráticos para articular mayorías de progreso.La situación actual en Navarra es una consecuencia del proceso iniciado con las dimisiones de los ex presidentes socialistas Gabriel Urralburu y Javier Otano, afectados por graves escándalos de corrupción. Los responsables de las gestoras nombradas entonces por el PSOE para recomponer la maltrecha estructura del partido renunciaron a seguir desempeñando el poder que las urnas les habían atribuido. Dejaron paso libre a UPN y abogaron por colaborar con los regioanlistas aspirando sólo a moderar sus excesos desde fuera a través de un diálogo preferente. Pero su intención comenzó a quebrarse con la elección de un joven abogado laboralista procedente de UGT que, desde la gestora, pasó a la secretaría general del PSN con la idea clara de ser alternativa de gobierno.

En los dos últimos años, las relaciones de Sanz y Lizarbe se han deteriorado mucho

Lizarbe no solo prescindió de muchos rostros de la época anterior, sino que diseñó una dirección rejuvenecida con el propósito de oponerse a la política conservadora de Sanz y formar una mayoría de progreso dialogando con otras fuerzas. En los dos últimos años, las relaciones personales entre ambos políticos se han deteriorado hasta el punto de convertir Sanz en latiguillo habitual la frase de que "el problema del PSN es Lizarbe".

Convencido de que el espacio electoral de la derecha ya no se puede exprimir más, Sanz decidió ganar votos en el área del socialismo. Para lograrlo, UPN comenzó a abonar el terreno con mensajes que intentaban sembrar en el electorado moderado del socialismo la desconfianza hacia Lizarbe, acusándole de complicidad con los nacionalistas y de perseguir el poder aun a costa de "vender Navarra" a los vascos.

Los resultados electorales del 25 de mayo demostraron la hegemonía de UPN, que cosechó 126.432 votos (120.911 en 1999), pero también dejaron patente que el PSN, pese a aumentar ligeramente su apoyo (de 61.567 pasó a 64.618 votos), sufría un evidente estancamiento.

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La estrategia derechista daba sus frutos. Apenas cinco días antes de las elecciones, algunas destacadas personalidades del socialismo de los tiempos de Urralburu y Otano habían expresado públicamente su intención de votar a UPN, durante un acto de la plataforma cívica Libertad Ya celebrado en un hotel pamplonés.

En la primera fila, y junto a Sanz y otros dirigentes de UPN se sentaron los ex socialistas Lola Eguren, Víctor Manuel Arbeloa, Manuel López Mazuelas y Pilar Aramburu. López Mazuelas, ex secretario de Organización del PSN y portavoz parlamentario entre 1995 y 1999, reside en México desde hace años, donde llegó de la mano de un empresario amigo personal de Miguel Sanz.

López Mazuelas realizó un viaje transoceánico para tomar sorprendentemente la palabra en el acto y anunciar que "frente a las confusas y equivocadas" ideas de Lizarbe, sólo la papeleta de UPN merecía la confianza de "su corazón socialista". En parecidos términos habló Pilar Aramburu, abogada, ex parlamentaria y alcaldesa de Burlada entre 1987 y 1995. Eguren no tomó la palabra en el acto, pero declaró a la prensa que "en este momento, el único partido que garantiza la defensa de la libertad, la Constitución y el Amejoramiento es UPN".

Eguren, economista y funcionaria de la Administración foral, fallida rival de Lizarbe en las primarias del PSN, entregó su carné socialista en marzo de 2003 junto a Arbeloa, otro de los derrotados en el congreso que aupó a Lizarbe a la secretaría general con el 65% de votos.

El 11 de agosto, Eguren fue nombrada directora del Servicio de Participación en el proceso de Construcción Europea. Arbeloa, sacerdote, escritor, cofundador del PSN y presidente de la gestora que facilitó a UPN llegar al Gobierno en 1996, no fue designado Defensor del Pueblo-Artekari de Navarra al hallar una oposición insalvable en su propio partido.

Reyes Berruezo, psicóloga y hasta ahora vicerrectora de Estudiantes en la UPNA, ha declarado que accedió a ser consejera independiente por "responsabilidad". Militante del PSOE desde 1978, estaba desvinculada del partido desde 1986. Confiesa que la principal motivación de su actuación política es "la defensa de las instituciones de Navarra" y ha declarado: "No sé qué es pensar en socialista. No creo que sea más conservadora ahora por formar parte de un Gobierno de UPN".

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