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Reportaje:CRÓNICA EN VERDE

El litoral enterrado

Las obras de regeneración artificial de playas se concentran en las costas andaluzas

Después de recorrer toda la franja litoral española, los especialistas de Greenpeace han hecho balance de las amenazas que este verano se ciernen sobre numerosos tramos costeros del país. La tragedia del Prestige, a pesar de su gravedad (1.137 playas afectadas por la marea negra), es una más de las múltiples alteraciones que se mencionan en el informe.

Los puntos en los que se localizan vertidos de distinta naturaleza suman 205; las playas cuyas aguas no cumplen los requisitos de calidad fijados por la Unión Europea se elevan a 173; las obras de regeneración artificial afectan este año a 91 playas españolas; el número de macrourbanizaciones costeras en ejecución rebasa el medio centenar, y a ellas hay que sumar 35 nuevos paseos marítimos, 31 puertos deportivos, 20 ampliaciones de puertos comerciales, un nuevo puerto industrial y 13 prospecciones petrolíferas. Así las cosas, Greenpeace advierte que "la saturación de la franja litoral, la contaminación y la desaparición acelerada de las playas está influyendo en el turismo, el principal motor económico de algunas regiones, que comienza a resentirse tras años de maltrato continuado a las costas".

El capítulo dedicado a Andalucía incluye información sobre 37 puntos en donde, a juicio de Greenpeace, el litoral se encuentra amenazado. Abundan aquellas localidades sometidas a una intensa presión urbanística, aunque también se citan los impactos provocados por la contaminación, los aportes artificiales de arena, la construcción de puertos y paseos marítimos o el vertido de aguas fecales.

"La especulación", precisa el informe, "sigue siendo el gran negocio de la costa andaluza, donde se pagan cifras tan astronómicas como los 6.000 euros por metro cuadrado de algunas zonas de Málaga". El caso de Fuengirola es especialmente significativo ya que el 94,9 % de su término municipal tiene la catalogación de suelo urbanizable, con una densidad de población de 4.404 habitantes por kilómetro cuadrado, cifra que supera los índices que se registran en las masificadas áreas urbanas de Japón.

Urbanizaciones

Los ecologistas citan algunos proyectos de nuevas urbanizaciones en marcha por su especial repercusión en la zona litoral, como es el caso de las que se han aprobado en los municipios almerienses de Roquetas de Mar, Mojácar, Cuevas de Almanzora o Vera. Sólo en esta última población se pretenden construir 30.000 nuevas viviendas. Idénticas amenazas se registran en los municipios malagueños de Torrox, Vélez-Málaga, Casares o Benalmádena. Y, en Cádiz, en Chiclana, El Puerto de Santa María, Conil, Vejer, Rota, Chipiona o Zahara de los Atunes.

La presión urbanística, con edificios tan cercanos a la costa que impiden su regeneración natural, es uno de los factores que obligan al aporte artificial de arena. De las 91 obras de regeneración que se llevan a cabo este verano en diferentes playas españolas, 60 están localizadas en la región andaluza y en particular en la provincia de Málaga.

En total son casi 40 los enclaves costeros malagueños que durante estos meses están recibiendo el aporte de más de un millón de metros cúbicos de arena, con un coste cercano a los 10 millones de euros. En la mayoría de los casos la arena procede del dragado de puertos o de los residuos generados en canteras, materiales que "nada tienen que ver con los que de forma natural tapizaban estas playas". Al margen de consideraciones estéticas, este tipo de prácticas también pueden acarrear, asimismo, riesgos sanitarios.

Las obras de regeneración también alcanzan este verano a un buen número de playas onubenses y gaditanas. A pesar de lo complejo y caro de estas operaciones, su utilidad es más que discutible. En la mayoría de los casos la arena vuelve a desaparecer pasado un tiempo ya que no se actúa sobre las verdaderas causas del problema, que no son otras que las modificaciones introducidas en la dinámica litoral como consecuencia de la construcción de diques, espigones, paseos marítimos, puertos o urbanizaciones en primera línea de playa.

En el informe sobre calidad de las aguas de baño elaborado por la Unión Europea aparecen este año 16 playas andaluzas, en donde se registran situaciones no aceptables debido a la presencia de residuos. El vertido directo de aguas fecales todavía se practica en numerosas localidades, a las que hay que sumar aquellos puntos en donde los vertidos urbanos superan la capacidad de las depuradoras o las playas que periódicamente se ven afectadas por la rotura o mala disposición de los emisarios submarinos que transportan los residuos.

Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es

La amenaza del 'oro negro'

A la lista de amenazas sobre las que se viene insistiendo desde hace años hay que añadir las prospecciones petrolíferas, para las que el Gobierno central concedió autorización a finales de 2001.

La multinacional Conoco UK Limited cuenta ya con los permisos necesarios para operar en cuatro tramos del Mar de Alborán, a no mucha distancia de las zonas más pobladas de la costa andaluza.

Las repercusiones de estos trabajos, aún cuando no se localice petróleo ni gas natural, han sido denunciadas por Ecologistas en Acción ante la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea. En el escrito remitido el pasado mes de mayo a las autoridades de Bruselas, este colectivo expone el caso de la bahía de Estepona, donde los sondeos se llevarán a cabo sobre una extensión cercana a las 300.000 hectáreas. "Pero lo más insólito de este permiso", destacan en su denuncia los ecologistas, "es que los límites de los trabajos de perforación del fondo marino pueden llegar hasta una milla (1.800 metros) de Estepona, o a dos kilómetros de Marbella, e incluso la multinacional está autorizada a colocar torres de perforación, si lo estima oportuno, a cuatro millas de Fuengirola".

La misma empresa cuenta con licencia para operar en aguas marroquíes, incluyendo el entorno de las ciudades de Ceuta y Melilla, el peñón de Alhucemas y la isla de Alborán.

Si se llegase a encontrar petróleo y a ponerlo en explotación, precisan en su carta los ecologistas "toda la industria turística se iría a paseo y los valores naturales también, entre ellos el único Lugar de Interés Comunitario estrictamente submarino de Andalucía, en los fondos de la bahía de Estepona".

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