La OMC acuerda que los países pobres puedan acceder a medicamentos genéricos
Las medicinas enviadas a una emergencia sanitaria no podrán revenderse en el Primer Mundo
Los países pobres podrán importar genéricos contra las enfermedades que los aplastan tras el acuerdo alcanzado ayer por la Organización Mundial de Comercio (OMC), después de cinco días de negociaciones en Ginebra y casi dos años de rifirrafes. El acuerdo obliga a los países pobres a declarar emergencia sanitaria, y tanto importadores como exportadores deben liberar de patente el fármaco, que llevará una etiqueta o envasado especial para evitar que se revenda en el Norte. Las ONG expresaron ayer su disconformidad y temor a que se hunda la industria de genéricos.
La próxima cumbre de la OMC, que se celebrará a partir del 10 de septiembre en Cancún (México), debe refrendar el acuerdo. El director general de la OMC, Supachai Panipghpakdi, calificó el pacto como de "acuerdo histórico". "Me satisface especialmente el hecho de que esta decisión será de especial valor para los países más pequeños y pobres de entre los miembros de la OMC. Se trata de los países que carecen de capacidad local para fabricar medicamentos, y que en muchos casos son los más afectados por los problemas de salud pública", manifestó. El máximo responsable de la OMC añadió que el pacto es "especialmente satisfactorio" porque completa la declaración de la cumbre de Doha (Qatar) en 2001 sobre el acuerdo de propiedad intelectual (TRIPS, siglas en inglés).
La UE saludó "con fuerza" el acuerdo. "Han sido necesarios quizá demasiados meses para llegar aquí, pero esto demuestra finalmente que la OMC responde con sabiduría y pragmatismo a las preocupaciones de los países en vías de desarrollo y contribuye a la lucha contra las enfermedades infecciosas", dijo ayer el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy.
El acuerdo -en su aprobación fue decisiva la apasionada petición el viernes de varios países africanos- plantea para los 146 países miembros de la OMC que en este tema se actuará "de buena fe" y que los mecanismos previstos no se utilizarán con fines "comerciales o industriales". Este punto había sido objeto de reticencias en las negociaciones de esta semana por parte de países como Filipinas, Venezuela o Argentina, y desde luego de India (que con Brasil es el mayor productor de genéricos del mundo y fuente a la que recurrirían los países pobres que declarasen emergencia sanitaria): esos Gobiernos disconformes desconfiaban de que la todopoderosa industria farmacéutica de EE UU (37.000 millones de dólares de beneficio en 2002 y capaz de conseguir que Washington bloqueara un acuerdo similar el pasado diciembre) no interpusiera demanda ante el mínimo beneficio obtenido por una empresa exportadora de genéricos de un país del Sur.
Envase o etiqueta especial
El acuerdo obliga, además, a etiquetar o envasar de modo especial los genéricos destinados a los países pobres para impedir que pudieran ser comercializados en los países ricos. Los reticentes a este punto plantearon en las negociaciones que esos requisitos encarecerán la producción de genéricos.
Asimismo, la oposición se centró en el complicado sistema de licencia obligatoria: tanto el país que necesita importar genéricos como el que se los suministre deberán antes decretar la supresión de los derechos de patente (que hoy los grandes laboratorios poseen durante 20 años) del fármaco de cuyo genérico se trate.
Por otro lado, el acuerdo incluye una opción de no usar ese mecanismo. EE UU, la UE, Australia, Canadá y Nueva Zelanda ya se han comprometido oficialmente a no emplearlo. Los candidatos a ingresar en la UE se avienen a no utilizarlo si no es en caso excepcional, y sólo hasta adherirse a Bruselas. Otros países como México, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Singapur, Turquía y Corea del Sur, además de los territorios chinos de Hong Kong y Macao, aseguraron que sólo harían uso del mecanismo si se les plantea una emergencia.
Estados Unidos ha cedido en su pretensión de que los genéricos sólo pudieran exportarse contra unas veinte enfermedades (como sida, malaria o tuberculosis, que de un modo u otro también afectan al Norte). Los países en desarrollo, así como los más empobrecidos y las ONG, rechazaban esa limitación, alegando que en el Sur mucha gente muere por dolencias que en los países ricos tienen curación, y que esas patologías requieren también tratamiento asequible para las poblaciones de los países pobres. EE UU vio difícil mantener su postura tras la epidemia de neumonía asiática (SARS, siglas en inglés) que amenazaba a cualquier país.
Reacciones críticas entre las ONG
Las ONG que han liderado la lucha por el acceso universal a los medicamentos básicos y, por tanto, defendido la alternativa de los genéricos para salvar a las poblaciones pobres recibieron ayer el acuerdo muy críticamente. Médicos Sin Fronteras (MSF) y Oxfam (en España, Intermón Oxfam) emitieron un comunicado conjunto titulado El frágil acuerdo de la OMC proporcionará un futuro poco seguro al acceso de medicinas en los países en desarrollo.
"El acuerdo está diseñado para ofrecer confort a la industria farmacéutica de EE UU y de Occidente", dice Jordi Passola, de MSF. "No así para los pacientes. Las reglas mundiales de patentes seguirán encareciendo los fármacos".
El comunicado señala que, lejos de apoyar el acceso a las medicinas, el acuerdo fabrica "nuevos obstáculos legales, económicos y políticos para asegurar la producción y exportación de genéricos en el futuro".
"Se va a penalizar la producción de genéricos. Hoy, los países pueden usar la licencia obligatoria para importar, porque hay genéricos en el mercado", dice Gonzalo Fanjul, de Intermón Oxfam. "Lo que la OMC no parece haber considerado es que el sistema que se pondrá en práctica no garantiza la producción de genéricos. Por contra, los países en vías de desarrollo tendrán poco margen ante los altos precios y la monopolización a largo plazo que ejercerán las grandes compañías".
Las ONG concluyen que "el viernes unos veinte países en vías de desarrollo expresaban preocupación por el texto; ayer tuvieron que adoptarlo bajo tremendas presiones. Pero este resultado desalentador no debe impedir a esos países que tomen inmediatamente medidas que las reglas sobre patentes permiten para el acceso a los medicamentos [referencia a lo acordado en Doha, que las ONG siempre han considerado un marco legal favorable que EE UU quería destruir y la UE nada hacía por defender de modo efectivo]".
"Solicitaremos al Gobierno español que pida que la UE se declare dispuesta a exportar medicamentos si un país en emergencia lo requiere", dice Fanjul.
La batalla de los genéricos está servida. Brasil e India anunciaron ayer que usarán del acuerdo de la OMC para exportar.
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