Nayaf no es sólo un problema militar
Las tropas españolas creen necesaria la ayuda al desarrollo tras la guerra
"Aquí no hay un problema militar, sino político y social", explica un observador político en Nayaf. "La gente está viviendo en una situación extrema; en los cuatro meses de ocupación no han visto ninguna mejora en sus condiciones de vida, y eso sólo puede ser fruto de falta de voluntad política", añade, convencido de que a EE UU le importa muy poco el futuro de los iraquíes.
"Hoy están aquí, pero ¿por cuánto tiempo? Ya han encontrado otros países que les sustituyan y cuyos soldados les sirvan de parapeto. Además, no se mezclan con la población, tienen miedo y desconocen las necesidades", asegura, con la condición del anonimato. "Sus soldados no saben dónde se han metido", espeta el interlocutor a la periodista en cuanto conoce su nacionalidad. Para él, que el contingente desplegado en Nayaf esté formado mayoritariamente por militares de El Salvador, Honduras y Guatemala, es lo mismo. Está bajo mando español y eso es lo que cuenta. "Lo que hace falta es seguridad, trabajo y suministros", resume este hombre, para quien la tarea tampoco es tan difícil como la pintan. "Ahora mismo, hay tres fábricas en Nayaf que no pueden funcionar por falta de electricidad; simplemente con tres generadores potentes se daría trabajo a muchas personas y se les ayudaría a recuperar la autoestima; en lugar de eso, los americanos han reparado un par de escuelas y dedican 1.500 policías a vigilar que no sean saqueadas".
Para este conocedor de la ciudad y sus problemas, la prioridad debiera ser poner en marcha la economía, en vez de limitarse a pagar salarios cada vez más altos a los funcionarios. "Todo el dinero que se distribuye en Bagdad se gasta en pagar sueldos y llenar los bolsillos de gente que ni se molesta en presentarse a trabajar", asegura, con la anuencia de varios vecinos. En su opinión, "quien ayude a mejorar los hospitales y ponga las fábricas en marcha, se ganará el respeto de los habitantes de Nayaf". "Que tomen nota sus soldados".
Los españoles están convencidos de la importancia de una ayuda al desarrollo paralela a su despliegue militar. Al dar el relevo a los marines estadounidenses el pasado jueves en Diwaniya, el teniente coronel Gonzalo Sánchez Gamboa, jefe de operaciones de la brigada hispano-centroamericana Plus Ultra, prometió asistencia. "Además de las inversiones en infraestructuras de la coalición, esperamos obtener una ayuda generosa del pueblo español", anunció. A esa misma hora, una delegación de la Agencia Española de Cooperación Internacional visitaba la Maternidad de Diwaniya, a cuyo director ofreció ayuda.
Miembros de esa misión indicaron a este diario su interés por apoyar propuestas de cooperación en la zona donde están desplegados los soldados españoles. Sin embargo, nadie ha visitado hasta ahora Nayaf, donde sólo trabajan un par de ONG norteamericanas. "Aquí la ayuda resulta mucho más necesaria que en Diwaniya", coinciden en señalar varias fuentes, "esto es un avispero".
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