El Gobierno descarta por "frívola" la reforma autonómica que quiere liderar el PSOE

El Gobierno rechazó ayer de plano el documento base que la cumbre autonómica del PSOE debatirá hoy en Santillana del Mar (Cantabria), con el que los socialistas pretenden liderar la reforma del modelo territorial español. El texto impulsado por José Luis Rodríguez Zapatero aboga por un aumento de la participación de las comunidades en la Administración del Estado, con una reforma del Senado, y por la modificación de estatutos de autonomía para adaptarlos a los nuevos retos como la globalización y la inmigración. El vicepresidente del Ejecutivo Mariano Rajoy calificó la propuesta de "frívola e irresponsable" y "nada conveniente para los intereses generales de España". "No tiene sentido jugar con estas cosas", remató.

El Gobierno se adelantó a la celebración de la cumbre territorial que los socialistas celebran hoy en Santillana del Mar para rechazar el texto que debatirán y aprobarán todos los presidentes de comunidad autónoma del PSOE y los secretarios generales regionales, bajo la presidencia de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy dejó claro que el Gobierno no participará en el debate que quiere liderar el PSOE sobre el "perfeccionamiento del modelo territorial" ni tampoco está dispuesto a negociar la propuesta, que Zapatero ha anunciado ya que hará llegar al Ejecutivo una vez aprobada. El vicepresidente primero no quiere saber nada de una posible reforma de los estatutos de autonomía, de una reforma del Senado para transformarlo en Cámara territorial -pese a que este objetivo constaba en los programas electorales del PP de 1996 y 2000-, o de la creación de una conferencia de presidentes autonómicos, como propone el PSOE.

Precisó que estas propuestas -como la reforma del Senado-, "hay que madurarlas mucho, como se hizo con el pacto autonómico de 1992, en el que estuvimos trabajando un año con reuniones todas las semanas".

Según el vicepresidente primero del Gobierno, "no es un momento para plantear ni reformas estatutarias ni constitucionales, porque no vemos la necesidad ni tiene sentido". El Gobierno considera un riesgo abrir la posibilidad de modificaciones en los estatutos de autonomía en un momento en que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha lanzado un reto soberanista con una reforma del Estatuto de Gernika que las dos grandes fuerzas políticas consideran que "vulnera la Constitución".

A juicio de Rajoy, el único motivo por el que los socialistas promueven la cumbre de Santillana del Mar es que necesitan "dar cobertura a la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña que pretende el candidato del PSC a la Generalitat, Pasqual Maragall" con la vista puesta en las elecciones autonómicas de noviembre.

Pero Rajoy fue aún más lejos y aseguró que la propuesta de Maragall "vulnera claramente el espíritu de la Constitución". Se refería a que el candidato de los socialistas catalanes abre, en su propuesta de reforma del Estatuto de Sau, la posibilidad de aplicar a Cataluña el artículo 150.2 de la Constitución, que permite al Estado ceder competencias exclusivas a las comunidades autónomas. Según el vicepresidente primero, "no tiene ningún sentido aplicar este artículo porque supone desapoderar al Estado de muchas de las competencias exclusivas que figuran en el texto constitucional, cuando el Estado ya dispone de pocas competencias".

A juicio del Gobierno, el PSOE "se encuentra en una posición muy problemática". Por una parte, "no puede desautorizar a quien hace estas propuestas", en alusión a Maragall. Pero, por otra, "tampoco está dispuesto a darle un apoyo incondicional", según Rajoy. "De ahí que surja un documento territorial que no aporta nada y es muy ambiguo".

La conclusión de Rajoy es que "reunirse a estas alturas de la democracia para fijar el modelo de Estado como hace un partido [en alusión al PSOE] que durante 13 años ha sido Gobierno, sinceramente no me parece una cosa seria (...) Se trata de una carrera hacia no se sabe dónde, que supone desequilibrar un acuerdo tan difícil como fue el constitucional".

Rajoy atribuye esta situación a que en el PSOE "hay una falta de convicciones muy clara" y a razones tácticas. "Si alguien no quiere mantener sus convicciones y quiere actuar por razones tácticas", dijo, "para ver si logra algún triunfo político, que tengo mis dudas, allá él y su responsabilidad".