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Palacio rechaza la petición de la oposición de que la ONU asuma ya el mando en Irak

La ministra admite que las informaciones sobre Martín-Oar "no reflejaron la realidad"

Jorge A. Rodríguez

Ana Palacio, ministra de Exteriores, desgranó ayer en el Congreso las certezas del Gobierno respecto a la situación de Irak, sobre qué pintan las tropas españolas en la zona y sobre qué papel debe desarrollar la ONU en la reconstrucción y estabilización. Ninguna fue compartida por la oposición. La ministra dijo que "no hay duda" de que las armas de destrucción masiva "existir, existían" y que el Gobierno aún confía en que se hallen, que los soldados españoles tienen cobertura de la ONU y que no es momento de "cambiar la estructura de mando" en Irak ni de enviar cascos azules.

En su intervención en la Comisión de Exteriores la ministra rechazó de nuevo un debate en el pleno del Congreso con el jefe del Ejecutivo, José María Aznar, "porque el Gobierno ha dado la cara en todo momento". La oposición insistió en que "miente" y tiende "trampas" para justificar la presencia en Irak sin el aval del Congreso.

El único paso atrás que dio la ministra fue respecto a la información que se facilitó sobre la muerte del capitán de navío Manuel Martín-Oar: "Es cierto que las informaciones proporcionadas en las primeras horas, desgraciadamente, no reflejaron la penosa realidad del fallecimiento. Soy la primera en lamentarlo". La ministra achacó a la confusión que reinó tras la masacre la falta de información precisa sobre Martín-Oar y explicó que conversó en tres ocasiones con el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, para recabar su colaboración en la búsqueda.

La explicación de cómo se produjo la muerte del militar español era el único punto del orden del día de la comparecencia, a petición propia, de Ana Palacio. Pero tras la condena institucional, la de la propia ministra y la de los portavoces parlamentarios, la exposición de los detalles de qué ocurrió tras el atentado contra la sede de Naciones Unidas en Irak el pasado día 19 apenas ocupó 10 minutos de las casi cuatro horas de comisión. Eso sí, dejó claro que aquello fue un atentado terrorista, y no un "crimen de guerra", como lo calificó Carlos Aymerich (BNG) para escándalo de Palacio.

El debate se centró en por qué España apoyó el ataque, los motivos por los que el Gobierno ha mandado tropas y sobre el papel de la ONU. La ministra insistió en que no se manipuló ningún informe sobre armas de destrucción masiva y mucho menos que se amparara en el informe británico sobre la capacidad del régimen de Sadam Husein para usarlas en 45 minutos, una exageración que tiene en jaque al primer ministro británico, Tony Blair.

"El Gobierno se basó en los informes de los inspectores de la ONU, donde está acreditado que existían, por ello la búsqueda continúa y el Gobierno aún confía en que la búsqueda dé resultados", dijo para rechazar la acusación de Felipe Alcaraz (IU) de que el Gobierno no había mentido, "sólo traducido mentiras de otros" y de Manuel Marín (PSOE) de que con algunos documentos "las guerras se fabrican porque hay diseños estratégicos que exigen de la mentira". Alcaraz negó la mayor: "El único informe que ustedes nos mandaron fue el británico".

Justificada la guerra, Palacio explicó que si España ha mandado tropas era para ayudar a la estabilización del país, no como fuerza ocupante, y siempre bajo el amparo de la resolución 1.483 de la ONU. Además, dijo que Polonia no está al mando de los españoles, sino que es un mando compartido. "Eso está claro", remachó. "Pues no debe estar tan claro cuando en medio mundo se cuestiona que esté tan claro", replicó Ignasi Guardans (CiU).

La oposición rechazó que esa resolución fuera suficiente y pidió con insistencia que la ministra reconociera que España "colabora con las fuerzas ocupantes" y le advirtió de que no debe minimizar el futuro papel de la ONU en Irak y menos rechazar que tome el mando de la reconstrucción. "No es el momento de cambiar la cadena de mando", insistió Palacio. La oposición le pidió que no fuera tan tajante respecto al papel de la ONU. "Tenga cuidado y sea flexible, porque si las cosas van a peor alguien puede perder las elecciones en EE UU y el nuevo que llegue diga 'vámonos', mientras que nuestra ministra sigue diciendo que no hay que cambiar la cadena de mando", agregó Marín.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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