Lockerbie

El pasado día 14, los gobiernos de Libia, el Reino Unido y Estados Unidos y los abogados de las víctivas del Pan Am 103 llegaron a un acuerdo de compensación para las familias de las víctimas. Un quid por quo político-financiero repleto de condiciones. El documento, negro sobre blanco, está por ver. El viernes 15, el Gobierno de Libia entregó una carta al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declarando que "Libia... ha facilitado el traer a la justicia a los dos sospechosos acusados con el bombardeo de Pan Am 103 y acepta responsabilidad por las acciones de sus oficiales" (uno convicto), según varios medios de información. Sí, otra vez ese recurrente orden dudoso de dinero primero, verdad, justicia y responsabilidades más tarde,... mucho más tarde.

¿Qué quiere decir una declaración tan vaga en este momento?

1) Supuestamente, Abdel Basset Mohmed Al Megrahi está en el proceso de preparación de la apelación, pendiente. El único convicto -de los dos acusados- en un escenario enorme de "alta alerta" y "conocimiento preciso previo" en manos de los servicios secretos internacionales con el Reino Unido, los Estados Unidos y Alemania en el núcleo, además de sus departamentos de Transportes.

2) Una revisón de la más flagrante "indefensión" de los derechos de las víctimas, y sus familias -en manos de las administraciones británica y americana representando exclusivamente el interés público en un caso altamente político con mucho que encubrir- es necesaria desesperadamente. ¿Qué pasó con los Guardianes de la Revolución Islámica, el USS Vincennes y tantos otros en el escenario original?.

¿Y si el veredicto se anulase?

¿Procuran verdad y justicia este Acuerdo de Compensación y esta Carta de Aceptación en esta masacre políticamente provocada, anunciada, esperada y prevenible? Ciertamente no.

Hechos, actores y factores relevantes han sido ignorados, minimizados o silenciados, entre las "grietas" de una investigación criminal profundamente viciada y carente de independencia y de un proceso legal despiezado durante casi 15 años, aún por concluir.

Este intento de "cerrar en falso" desviando la atención no nos desanimará. Continuaremos luchando para esclarecer los "aspectos más oscuros" y preguntando las preguntas sin respuesta sin renunciar a nuestros derechos de verdad, justicia y compensaciones como familia y, para ahora, como víctimas de estos sistemas.

Mientras, algunos esqueletos del escenario original, ampliamente informados y con responsabilidades preventivas, ignoradas en diciembre de 1988, están siendo activados en la luz pública. Paul Bremmer, el embajador para contraterrorismo del Departamento de Estado ha sido "colocado" de gobernador civil en Irak. George Schultz, secretario de Estado, aparece en el equipo de Arnold Schwarzennager para gobernador de California. Otros, quedan muchos, tal vez se animen ante los signos de impunidad y de falta de responsabilidad. El circo de sátrapas hiede.