Francia advierte a la UE que primará el crecimiento y el empleo frente al déficit

Para el Gobierno francés, más prioritario que cumplir con el Pacto de Estabilidad es que su economía salga del túnel antes de fin de año y que eso facilite la creación de empleo. Así quiso dejarlo claro ayer en Bruselas el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, quien eludió adelantar cifras sobre las previsiones de déficit público para 2004. Francia corre el peligro de violar por tercer año consecutivo el techo del 3% de déficit que fija el pacto. Raffarin pidió la comprensión de la UE, pero anunció que la reducción del déficit dependerá del éxito de las reformas en pensiones, sanidad y educación que tienen como horizonte el 2006.

Raffarin viajó a Bruselas para almorzar con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y todo el colegio de comisarios. En la agenda figuraron, además de una petición de ayuda por los incendios del verano, las dificultades que afronta la economía francesa. En una posterior rueda de prensa, el primer ministro hizo hincapié en que "Francia se siente ligada al Pacto de Estabilidad" y ensalzó la disciplina presupuestaria europea si se quiere lograr un desarrollo superior al de Estados Unidos. Pero no quiso concretar plazos para el retorno de la economía francesa a las reglas.

"El europeo que soy acepta los principios de Europa. La Comisión Europea hará sus deberes. El Gobierno francés hará igualmente los suyos. Considero que mi deber como primer ministro es movilizar fuerzas para lograr el crecimiento de la economía y del empleo", dijo al insinuar que cree en el éxito del paquete de reformas que presentará en septiembre, la llamada Agenda 2006, pero también en la comprensión del Ejecutivo comunitario con un Estado miembro en dificultades.

Alemania, Francia, Italia y Portugal, los socios que incumplen actualmente el Pacto de Estabilidad en lo que concierne al déficit, quieren flexibilizarlo en vista de la excepcionalidad de la situación, con sus economías en recesión o en el umbral de estarlo. Alguna de las ideas que se barajan es, por ejemplo, no incluir en el déficit presupuestario los gastos de investigación y de defensa.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, siempre sostiene que no hay necesidad de modificar tal mecanismo. Mucho más ambiguo se expresa a veces Prodi, que ayer escogió esa línea: "No tenemos otra salida que la de aplicar las reglas. Lo haremos con la mayor flexibilidad posible, pero esa flexibilidad debe ser recíproca". Prodi recordó a su invitado la importancia de tener una buena disciplina presupuestaria. "Ninguna economía con déficit garantiza el crecimiento".

La Comisión lanzó el pasado 3 de junio una advertencia a Francia, refrendada por los demas países de la UE, por superar el 3% del déficit público en 2002 (3,1%). Conforme a las normas, un Gobierno dispone desde esa fecha de cuatro meses para informar sobre los planes para corregir el desequilibrio. El Ejecutivo comunitario aguarda a octubre próximo para conocer las propuestas.

Raffarin explicará antes su plan trienal de reformas, su Agenda 2006, que, según dijo en Bruselas, tiene sus pilares en la revisión del sistema de pensiones, los seguros médicos y la educación. Estas tres reformas "deberían permitir a Francia encontrar su lugar en Europa con éxito y con el respeto a las reglas". Dio también a entender que bajará impuestos para alentar el crecimiento económico, que fue negativo (-0,3%) en el segundo trimestre del año.

Alemania roza el 4%

Las dificultades son comunes a la otra gran economía de la zona euro, Alemania, que no cumplirá este año, por segunda vez consecutiva, el criterio de Maastricht que exige mantener el déficit público por debajo de un 3% del producto interior bruto (PIB). Según el Spiegel Online, el ministro federal de Hacienda, Hans Eichel, reconocerá mañana ante los organismos comunitarios en Bruselas que Alemania llegará este año a un déficit del 3,8%. Esta información la desmintió ayer en Berlín un portavoz del Ministerio de Hacienda.

A estas alturas del partido nadie cree de verdad en Alemania que sea posible mantener este año el déficit por debajo del 3% del PIB. Peor aún: bajo cuerda se especula ya en Berlín con que el déficit podría rebasar el 4% a fin de año. Si esto ocurre así y al incumplimiento alemán se sumase también Francia, queda abierta la interrogante de si la Unión Europea será capaz de imponer la multa a la primera potencia económica, precisamente la misma Alemania que impuso el límite del 3% de una forma estricta en Maastricht.