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Aznar acusa a Zapatero de "anteponer sus intereses" a la lucha contra el 'plan Ibarretxe'

"No hay diferencia entre volar la sede de la ONU o una casa de la Guardia Civil", dice el presidente

José María Aznar inició ayer su último curso político como presidente del Gobierno y como líder del PP con una batería de proyectiles que marcarán la agenda de los próximos meses y la herencia de su sucesor. El más relevante es la respuesta al plan Ibarretxe, "que busca la independencia, pero no la libertad", dijo Aznar en el último día de sus vacaciones en Menorca. El presidente subrayó que frente a ese plan existe "un bloque compacto de demócratas españoles decididos a no aceptar el chantaje". Pero José Luis Rodríguez Zapatero, dijo, rechaza ese "frente común con el Gobierno", porque "pone sus intereses como dirigente antes que los intereses de España, de la democracia constitucional y antes incluso que los de su partido".

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Y el plan presentado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, es una muestra más de esa dejación. Ese proyecto no tiene, según aseguró Aznar, nada que ver con el Estatuto de Gernika, pues éste nació como "fruto del consenso y supuso que todos cedieran en sus propuestas iniciales". "Y el plan Ibarretxe pretende que solamente cedamos quienes creemos que la convivencia entre vascos debe desarrollarse en torno a la libertad individual". Según el presidente del Gobierno, no es verdad que el plan pretenda acabar con el terrorismo, lo que hace es "darle lo que pide", tras "ceder a su chantaje".

Cesión a ETA

El líder del Partido Popular elogió al también fallecido en el atentado de Bagdad Sergio Vieira de Mello, representante de Naciones Unidas en Irak. Y defendió que ahora, tras la guerra en ese país, las potencias ocupantes busquen "un Irak reconstruido, liberado de la herencia de la dictadura de Sadam Husein y que se rija por un gobierno representativo".

"Y, bueno, me despido"

Aún no toca hablar de la sucesión porque antes de ceder el testigo hay que despedirse. Eso fue lo que hizo ayer José María Aznar en su ya tradicional cena con militantes populares en su lugar de veraneo como cierre de las vacaciones. Después de cuatro discursos, ya cerca de la medianoche, Aznar convino que ya era hora de cenar y les dijo a los suyos: "Y, bueno, me despido". Y pareció que se emocionaba un poco. Les prometió que seguirá viniendo a esta isla de vacaciones. "Porque soy un enamorado de Menorca", dijo.

Se comprometió a seguir cenando con ellos, si quieren, pero ya sin discursos, "ni como presidente del Gobierno ni como...". No acabó la frase, una práctica que no es inhabitual en él. Pero, en principio, el próximo verano sí seguirá siendo presidente del PP, pues el congreso de este partido está previsto para enero de 2005. Sí terminó otra frase, para destacar que el PP es "un proyecto que va más allá de las personas" y pedir así el respaldo implícito para su sucesor, con el objetivo de que su partido mantenga el respaldo mayoritario de los ciudadanos. Y dedicó otra más para pedir disculpas por la ausencia de Ana Botella. "Es que ahora se dedica a la política y se ha tenido que ir a Madrid".

Antes de que hablara Aznar, el presidente de Baleares, Jaume Matas, le había regalado un prolongado discurso de despedida. Matas no sólo elogió a su líder. También habló de política, es decir, criticó con abundancia de calificativos "las fantasías oníricas de Pasqual Maragall", a quien reclamó que no se arrogue el derecho de representar a Baleares. "No hable en nuestro nombre y deje de involucrarnos en aventuras ridículas", le exigió.

Matas, además, ofreció una novedosa calificación a la definición política del PP. Aseguró que representa el "centro político demo-liberal". Le faltó explicar qué es eso de ser "demo-liberal". ¿Quizá una mezcla entre democristiano y liberal? O quizá una forma de congraciarse con el sucesor, sea éste democristiano, liberal... o una cosa media.

Segundo despacho oficial con el Rey

El Rey y el presidente del Gobierno, José María Aznar, celebrarán hoy su segundo despacho oficial del mes de agosto en el Palacio de Marivent, después del cual don Juan Carlos y doña Sofía invitarán a cenar al jefe del Ejecutivo y a su esposa, Ana Botella.

Según informaron fuentes de la Casa del Rey, en este segundo despacho, cuya hora no se ha concretado, no se prevé que haya declaraciones del presidente del Gobierno. Tras el despacho oficial de Aznar con el el jefe del Estado, los Reyes posarán unos minutos con el matrimonio Aznar para los medios gráficos, sobre las nueve de la noche, antes de la cena.

El primer despacho de este mes de agosto entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno se celebró el pasado día 5, y en aquella ocasión Aznar se despidió personalmente de los periodistas que cubrieron la información.

Mañana está prevista la tradicional cena que la familia real ofrece a las autoridades de Baleares en el Palacio de la Almudaina, con la que concluye oficialmente la estancia estival de los Reyes en Mallorca.

Por su parte, el presidente del Gobierno iniciará mañana la visita que tradicionalmente hace a finales de agosto por Castilla y León, que incluye el almuerzo, el mismo miércoles, con los monjes de Silos, en Burgos, y la cena con militantes del PP en Quintanilla de Onésimo.

Aznar visitará el jueves las obras del tren de Alta Velocidad entre Madrid y Valladolid, en el tramo de la localidad vallisoletana de Olmedo y en el del túnel de Guadarrama, en su lado segoviano, donde el pasado 6 de agosto quedaron atrapados 34 trabajadores.

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