La cuarta parte de la población vasca ha nacido fuera de Euskadi

Un total de 520.100 personas que residen en el País Vasco nacieron en otras comunidades autónomas, lo que supone casi la cuarta parte (el 24,6%) de la población vasca, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra de inmigrantes nacionales ha descendido ligeramente durante el último lustro, mientras que la de ciudadanos extranjeros se ha duplicado en ese mismo periodo. Castilla y León, Extremadura, Galicia, Andalucía y Navarra son, por ese orden, las regiones que más personas aportan al padrón vasco. Mientras, la colonia vasca repartida fuera de Euskadi se concentra principalmente en Madrid y en las comunidades limítrofes.

La última revisión del padrón municipal realizada por el INE, con datos cerrados hasta el año 2002, eleva la población del País Vasco a un total de 2.108.281 personas, de las que 575.968 (el 27,4%) provienen del resto de comunidades autónomas españolas y del extranjero. De esta forma, Euskadi es la quinta región española que cuenta con una mayor tasa de inmigrantes, por detrás de Madrid, Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Los ciudadanos provinientes de otras comunidades suponen 520.100, lo que representan casi la cuarta parte (el 24,6%) del total. Esta cifra ha ido menguando escalonadamente en casi 30.000 personas durante los últimos cinco años, aunque la llegada de inmigrantes extranjeros ha permitido compensar el saldo migratorio. No obstante, la cifra global de foráneos no alcanza aún la existente en 1996, cuando se registraron 583.223 personas nacidas fuera de Euskadi, entre nacionales y extranjeros.

Por provincias, el peso específico de los inmigrantes en conjjunto es superior en Álava (el 29,1% de su población) que en Vizcaya y Guipúzcoa, con índices del 25,5% y del 21,2%, respectivamente.

Durante los últimos 30 años, el País Vasco ha experimentado un pronunciado descenso de la tasa neta de migración, pasando de ser una comunidad eminentemente receptora de inmigrantes de otras regiones españolas a estabilizar su saldo migratorio, sobre todo a partir de comienzos de la década de los 80. La fuerte industrialización de mediados del siglo pasado fue decisiva para la llegada de una variada colonia de trabajadores foráneos. Posteriormente, los efectos de la reconversión industrial y el cierre de numerosas empresas frenaron repentinamente la recepción de inmigrantes y dieron lugar al fenómeno contrario, su retorno a sus lugares de nacimiento.

El responsable de Estadísticas Demográficas del Eustat, Martín González, calcula que en Euskadi se producen "una media de 15.000 entradas y salidas al año a otras comunidades autónomas", principalmente "por motivos laborales". No obstante, los movimientos hacia el exterior son notoriamente inferiores a los que se dan dentro del País Vasco (60.000 anuales, según el Eustat), principalmente hacia las localidades de la costa.

"La paulatina salida de población durante los últimos 20 años", explica González, "se acentuó por factores económicos y tras el cierre de muchas empresas, lo que también influyó en la progresiva reducción de la tasa de paro en Euskadi y en el descenso de la población".

El origen de los 520.100 inmigrantes nacionales abarca todo el territorio español, aunque existe un predominio de los naturales de Castilla y León (219.646, la mayoría de ellos procedentes de Burgos, Palencia y Salamanca) y Extremadura (67.150), que suponen más de la mitad del total. En Euskadi también hay censados 55.627 gallegos, 40.794 andaluces y 30.559 navarros. En Álava destaca la presencia de 8.254 riojanos; Guipúzcoa ha sido un destino habitual de los navarros (18.580) y extremeños (27.266), y en Vizcaya hay empadronados 35.324 gallegos y 132.793 castellanoleoneses.

En Navarra, mientras, residen un total de 102.723 personas llegadas de otros territorios, lo que supone casi la cuarta parte (el 18%) de su censo. De ellos, son mayoría los que en su partida de nacimiento figura el País Vasco (20.882 personas), Castilla y León (17.893) y Andalucía (14.070).

Los análisis realizados por el Eustat, asegura González, revelan que "los niveles de formación de la población inmigrante son sensiblemente superiores a los de las personas que residen en Euskadi". Cerca del 40% de los llegados son jóvenes con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años, y otro 18% son menores de 35 años.

El último padrón del INE también recoge la cifra de ciudadanos nacidos en el País Vascos que tienen fijada su residencia en otras comunidades españolas. Son 252.683 personas que han repartido su destino por todo el territorio nacional. Madrid cuenta con la colonia vasca más abundante (46.793 ciudadanos), seguido por Castilla y León (42.102) y Andalucía (22.425), aunque también son legión los que habitan en Navarra, Cataluña, Cantabria, Comunidad Valenciana y La Rioja. Los navarros optan por zonas limítrofes como Euskadi y Aragón. Es especialmente significativa la existencia de 16.015 vizcaínos en el padrón de Cantabria y de 12.999 guipuzcoanos en el de Navarra.

En la comunidad vasca conviven hoy 55.868 inmigrantes extranjeros, una cifra que ha ido creciendo año tras año -en 1996 había 23.666 extranjeros empadronados- gracias, entre otros factores, a la "internacionalización de las empresas y la demanda de mano de obra cualificada", asegura el responsable de Estadísticas Demográficas del Eustat.