Rabanera replica a Ibarretxe que los alaveses ya han rechazado su plan

El diputado general de Álava, el popular Ramón Rabanera, se apresuró ayer a replicar al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que los alaveses ya se han pronunciado en contra de su plan soberanista, ya que en las pasadas elecciones los partidos constitucionalistas obtuvieron 29 de los 51 junteros de esa provincia.

Rabanera salía así al paso de las reflexiones que hizo el miércoles Ibarretxe, cuando habló por primera vez de la necesidad de que su plan sea refrendado no sólo por la mayoría de los ciudadanos del País Vasco, sino también por la mayoría de los habitantes de cada una de las tres provincias. Según Ibarretxe, es muy "importante" que los tres territorios bendigan su proyecto. "El lehendakari", señaló Rabanera, "ya conoce la postura de los alaveses. Además de las últimas elecciones municipales, los ciudadanos de Álava aprobaron en su momento por mayoría tanto el Estatuto de Gernika como la Constitución".

Según el diputado general, la consulta popular que reclama Ibarretxe para conocer el nivel de adhesión a su propuesta es "utópico" y no va a cambiar la opinión de los alavesesPara Rabanera la consulta que propone Ibarretxe va a causar mayor división, incertidumbre y desorientación entre la ciudadanía. Por eso, le pidió que lo retire cuando aún está a tiempo. En tono más severo, reprochó al jefe del Ejecutivo vasco su "falta de firmeza" con el entorno de ETA al autorizar el Departamento de Interior la manifestación de hoy en Bilbao.

"Lo primero que tendría que hacer Ibarretxe", señaló el dirigente popular, "es ser menos permisivo con ese mundo [en alusión a Batasuna], no alentar esa especie de connivencia que tiene con ellos y no jugar de mala manera con el Estado de Derecho como lo está haciendo".

Carmelo Barrio, secretario general de los populares vascos, replicó también con dureza a Ibarretxe por sus planteamientos soberanistas. En su opinión, las referencias del lehendakari a que su plan debe ser ratificado en los tres territorios constituye un intento de desviar la atención hacia otro lado. "Ibarretxe no ha dicho todavía a qué pactos ha llegado con Batasuna y con Otegi para que su plan se lleve a efecto", comentó.

De momento, el lehendakari no ha dado ninguna pista sobre cómo piensa salvar la carencia de mayoría parlamentaria que tiene el Gobierno en el Parlamento, donde se encuentra a merced de la oposición. Populares y socialistas ya le han repetido de todas las formas que no aceptan su plan, así que sólo quedan los representantes de la ilegalizada Batasuna. El PNV ya ha confirmado por boca de su presidente, Xabier Arzalluz, que aceptará los votos de esta formación si sirven para sacar adelante la propuesta, aunque ha negado que exista algún tipo de pacto.

Sin "juegos"

Javier Rojo, secretario general del PSE, tampoco dejó escapar ayer la ocasión de arremeter contra el plan de "libre adhesión" y advirtió al Gobierno central de que debe adoptar las medidas que sean necesarias para impedir la consulta planteada por el lehendakari. "El Gobierno de España no puede permitir una consulta de este tipo porque no tiene encaje jurídico. La Constitución no lo permite", recalcó.

Según Rojo, se trata de cuestiones con las que no se puede "jugar", asegurando como hace Ibarretxe que se trata de un referéndum de carácter consultivo para posteriormente alegar que se trata de un pronunciamiento solemne del pueblo vasco. "Hay que impedirlo porque es algo que no se puede hacer", apuntó el dirigente de los socialistas.

El Gobierno central ya ha dejado clara su intención de recurrir inmediatamente el plan en el caso de que saliera aprobado en el Parlamento de Vitoria, mientras que Ibarretxe, en un tono conciliador, abogó el pasado miércoles por abrir un proceso negociador entre ambos ejecutivos para dar cobertura jurídica al plebiscito.