Guipúzcoa sufre la mayor marea negra desde el comienzo del verano
Recogidas otras 22 toneladas de fuel en el litoral de Euskadi
El Prestige dejó ayer en las playas de San Sebastián su rastro más evidente de todo este verano. Los servicios de limpieza recogieron 5.540 kilos de los arenales: 3.500 en la Zurriola, 1.900 en La Concha y 140 en Ondarreta. Las corrientes y el viento del noroeste resultaron ser también una combinación fatal para Zarautz, que recibió 5.170 kilos, y Gaztetape (en Getaria), con 1.350. En Vizcaya, la llegada de chapapote se acusó en menor medida (1.445 kilos). "Lo mayor está por llegar con el cambio de las corrientes y las mareas vivas de septiembre", advirtió un técnico.
La de ayer fue una jornada negra en La Concha y en la Zurriola. Ninguno de los dos arenales había recibido semejante marea de chapapote desde que comenzase oficialmente la temporada de playas el 15 de junio. El récord de La Concha estaba en 1.500 kilos de residuos impregnados de fuel y se registró el 17 de junio. Ese mismo día se retiraron de la Zurriola 2.400 kilos. Ayer, las cifras aumentaron de forma considerable. "Se habla de que hay unas 6.000 toneladas de hidrocarburo circulando por el golfo de Vizcaya", señaló un técnico del Ayuntamiento donostiarra. "Con el viento del norte-noroeste y la inversión de corrientes, que vienen desde Bretaña, el fuel llega con mayor intensidad a nuestras playas", agregó.
Ya a las cinco y media de la mañana, cuando los operarios de limpieza pisaron los arenales, constataron que se les presentaba una jornada difícil. La arena estaba cubierta por un importante número de manchas -de color más marrón que negro- del tamaño de un folio, según explicó un técnico. Había que despejar las playas cuanto antes y el Ayuntamiento, que adecúa el operativo a las necesidades, optó por reforzar el servicio de limpieza. En total, 45 personas se deciaron a esta tarea, según precisó el concejal de playas, Alberto Rodríguez. "Hay que desconfiar del chapapote, hay que tratarlo como a un enemigo", sentenció.
Este trabajo -y el desarrollado por el dispositivo de la Comisión Interinstitucional en el mar, que retiró 8.100 kilos de fuel emulsionado- explica en gran medida por qué no hubo que izar la bandera roja en La Zurriola. En el caso de La Concha, las redes que frenan la entrada de hidrocarburos en la bahía contribuyeron a que la situación no empeorase. Desde que se instalaron hace un mes han retenido unos 2.000 kilos de fuel, apuntó Rodríguez. "Son efectivas con las galletas, pero no pueden frenar las manchas de aceite", aseguró la jefa de estudios del Centro Meteorológico, Margarita Martín, tras alertar de que la semana que viene "volverán los vientos del noroeste que contribuyen a que llegue el chapapote".
La mayor presencia de fuel en las playas donostiarras no se traduce, dicen los expertos, en una superior contaminación del mar. "El agua está en perfectas condiciones sanitarias", aseguró el concejal. "Lo peligroso sería que el fuel se hubiese disuelto en el mar. Pero los análisis demuestran que no es así".
En todo caso, los arenales donostiarras no fueron ayer los únicos que acusaron la presencia de chapapote. En Zarautz se retiraron 5.170 kilos de residuos impregnados en petróleo; 1.350 en Gaztetape y 700 en Itxurun, en Zumaia. En Vizcaya, la afección fue menor: los operarios recogieron 1.445 kilos, aunque fue allí donde hubo que izar las dos únicas banderas rojas del litoral (Bakio y Laida). "Estamos recogiendo lo que entró en diciembre y enero en el Golfo de Vizcaya", señaló el técnico del Departamento de Oceanografía y Medio Ambiente del instituto Azti Manuel González. El mayor problema,añadió, es que las manchas son pequeñas y "están alejadas unas de otras, por lo que son difíciles de recoger".
Políticos y técnicos coinciden estos días en que hay Prestige todavía para rato. El pasado lunes, el portavoz del Gobierno y responsable de la Comisión Interinstitucional, Josu Jon Imaz, hablaba de que los efectos de la catástrofe continuarán viéndose mucho tiempo. Ayer, un técnico donostiarra señalaba: "Hay que asumir que el año que viene tendremos restos de fuel en San Sebastián. Y, este año lo mayor está aún por llegar con el cambio de las corrientes y las mareas vivas de septiembre". Hasta ayer se habían retirado de las playas 2.631,72 toneladas de residuos impregnados de fuel y otras 20.910,61 del mar y sólo el Gobierno vasco se ha gastado en la limpieza 40 millones de euros.
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