Una avería deja en tierra a más de 900 pasajeros de un crucero

La indignación en la terminal del puerto de Valencia era ayer máxima. Las 936 personas que habían contratado un crucero por el mediterráneo con la compañía Iberojet se enteraban, cuatro horas antes de su partida, de la anulación del viaje debido a una avería en el barco, que permanece atracado en Roma desde el 14 de agosto.

Los pasajeros, que habían pagado entre 749 y 2.489 euros por los billetes, reprochaban a la compañía no haber informado con antelación del previsible suspenso, lo que había obligado a algunos a desplazarse en vano desde Portugal, Burgos o Madrid.

Como alternativa al crucero que debía llevarles durante una semana por los

puertos de Marsella, Livorno, Roma, Palermo, Túnez e Ibiza, Iberojet ofrecía un número limitado de plazas en sendas travesías por el río Nilo o las islas griegas. Aparte del reembolso, el resto de alternativas, consistían en pasar siete días en lugares como Benidorm o Gran Canaria. Para cambiar de destino, los pasajeros debían comprometerse a no reclamar por la anulación del crucero.

Desde Iberojet se justificaba el retraso en comunicar la cancelación del crucero en que, "hasta última hora", habían confiado en la reparación del barco, y destacaban los esfuerzos efectuados por la empresa para dar alternativas a los afectados en un momento del año "en el que todo está cubierto".

El buque en el que debía efectuarse el crucero, llamado Mare Nostrum Crown, ya fue objeto de 278 reclamaciones la semana pasada. Los viajeros denunciaron en aquella ocasión "publicidad engañosa" al no corresponderse las condiciones del barco con las que se describían en los folletos. En sus quejas incluyeron el fallo sufrido por el sistema de aire acondicionado, el mal estado de los camarotes, o el mal olor que desprendían los baños.

La Asociación Valenciana de Consumidores y Uusuarios (AVACU) pidió que se indemnice a los clientes tanto de Iberojet como de Transmediterránea, cuyo buque Milenium 2 tuvo que regresar ayer a Palma de Mallorca a causa de una avería, tras haber zarpado hacia Valencia.