El coste del desastre superará al del 'Exxon Valdez' en Alaska
La crisis del Prestige, además de una catástrofe ecológica, supone un importante roto económico. No sólo el del Estado, que tiene que hacerse cargo del coste de limpiar las playas, arreglar el problema del barco e indemnizar a los que han sufrido perjuicios, sino sobre todo para miles de familias que han visto amenazado su único medio de subsistencia: el mar.
El caso más relevante para hacerse una idea de lo que costará todo esto es, también esta vez, el Exxon Valdez. Aquella tragedia supuso unos 7.500 millones de dólares (6.600 millones de euros), según el estudio de 1996 del profesor Paine, citado en el informe de la Fundación Barrié de la Maza sobre el Prestige. Fueron 1.800 para la limpieza de las costas y 265 en indemnizaciones a pescadores. Pero en 2002, cuando terminó el juicio, los gastos en compensaciones a los afectados añadieron otros 3.500 millones al coste final.
La cifra del Gobierno
Tras el vertido en las costas gallegas, según este estudio, unas 30.000 personas tuvieron que abandonar su actividad por completo, y 120.000 de forma parcial. El Gobierno había estimado el coste de la limpieza del chapapote en torno a los 1.000 millones de euros, y ahora lo reduce a unos 650. Pero los catedráticos que han realizado el estudio analizan más factores. Las pérdidas de valor añadido bruto por tener a 30.000 personas en paro forzoso, dicen, no serán menores de 1.000 millones de euros. Además, los costes de la limpieza y regeneración biológica de la costa ascenderán a los 2.175 millones en los dos primeros años. Para cuando se haya recuperado la costa llegarán a 2.472 millones.
Este es el coste de la limpieza. Pero además están los gastos por las ayudas financieras a fondo perdido que el Gobierno se ve obligado a ofrecer para paliar la dramática situación de pescadores y mariscadores. En total, unos 230 millones de euros sólo en los seis primeros meses. Si esas ayudas financieras se mantienen durante dos años, y se suma el coste de la limpieza, la cifra ya alcanzaría los 3.955 millones de euros, sólo en el corto plazo.
Esa cantidad casi dobla a la del Exxon Valdez. Y a ello habría que sumar los costes que determine el larguísimo juicio que queda por delante. También se pueden añadir, aunque en el apartado de inversiones y no de costes, las cantidades previstas en el Plan Galicia del Gobierno. De los 12.459 millones de euros anunciados a bombo y platillo, el estudio sólo contabiliza 5.200 como inversiones adicionales a las ya previstas antes de que se conociera siquiera la existencia del Prestige. La Xunta tiene su propio plan, que promete 1.662 millones de euros, aunque sólo 882 son de verdad nuevas inversiones.
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