Estética del cinismo

Alguna vez, refiriéndose a su estilo, el escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya declaró conformarse con dos páginas comparables a Tácito. Ésta es una manera muy elegante de desentenderse del estilismo. Es necesario tener en cuenta esta circunstancia en su narrativa, dado que así comprenderemos ese tono de intransigente descripción, de incisiva caracterización que transmite siempre su escritura. Quien haya leído sus dos novelas anteriores, El arma en el hombre y El asco, sabe que Castellanos Moya trabaja su prosa en función de un discurso de la desmitificación ideológica y no de un apriorismo estilístico. Por ello, en El arma en el hombre, son los personajes quienes definen el tono de su escritura (como el mismo autor reconoció en una entrevista) y no al revés. Por tanto estamos ante un escritor que sustantiva su concepto de la ficción en la representación directa y tensa de algunos de los más graves problemas que aquejan a su país. Y en ese querer lograr páginas a lo Tácito, cifra el autor latinoamericano su ambigua transparencia, su voluntad de descarnada literatura.

En Donde no estén ustedes, Horacio Castellanos Moya describe uno de los momentos más trágicos de la historia reciente de El Salvador. Un vaivén de posiciones ideológicas, la participación de países limítrofes y, al final, la explosión sangrienta de una guerra civil que enlutó al país durante buena parte de la década de los ochenta. Sobre esta desgraciada materia, el autor salvadoreño arma una intriga novelesca espléndidamente atractiva, sostenida sobre su imprevisible y perfectamente graduado desenlace. Un antiguo embajador salvadoreño en la Nicaragua revolucionaria desembarca en México arrastrando pérdidas familiares, morales y físicas irreversibles. Castellanos Moya divide su historia en dos partes. En una, desde una voz omnisciente, nos aproxima con irónica identificación al agónico héroe. En la otra, desde el relato de un investigador privado, el ex embajador ya muerto es la metáfora de varios enigmas y traiciones.

El ensayista Mauricio Agui

lar Ciciliano analiza la obra narrativa de Castellanos Moya y encuentra que en ella se ajusta perfectamente eso que alguien llamó en su país la estética del cinismo. En Donde no estén ustedes se cumple esta ley. En este relato, sus personajes, hundidos en una realidad social y política indescriptible, se nos presentan como carentes de sustancia humana. Siéndolo, no parecen víctimas. Castellanos Moya, además, para rematar su desgraciado cuadro, pone en entredicho toda posibilidad de existencia de un verdadero sujeto revolucionario en aquel contexto, no porque no deba haberlo, sino porque cuando existió defraudó todas las esperanzas puestas en él. Esa violencia, erotismo y caos que se apodera de la novela son los ingredientes angulares que Aguilar Ciciliano interpretaría como los ejes en torno a los cuales los patéticos personajes de Castellanos Moya intentan una infructuosa salvación. Novela de compromiso político y moral, indudablemente. Pero a la vez, artefacto infalible de disfrute literario.