El reto de una sala

Hace falta valor y una propuesta muy interesante para programar en Bilbao un concierto de pago en el mismo comienzo de una Aste Nagusia trufada de actuaciones musicales internacionales de distintos géneros. La sala Azkena se ha atrevido a hacerlo, sabedora de que, a buen seguro, Steve Earle ofrecerá allí el mejor recital de cuantos puedan escucharse mañana en la ciudad. El trovador estadounidense repasará las canciones de Jerusalem, su última entrega, en clave acústica. Earle es uno de los grandes artistas que han dado recientemente la música country y el rock con raíces; por ello, los promotores lo anuncian como "un rockero con raíces muy profundas en la música popular estadounidense".

La programación musical de las fiestas bilbaínas, que comienzan mañana, ha perdido gran parte de su atractivo inicial con la ausencia de Primal Scream, cuya esperada actuación en el recinto de Zorrozaurre ha sido sustituida al final por la mezcla de pop, rock, dub y house que practican los franceses Rinôçérôse.

El domingo, los aficionados a la música jamaicana estarán deseosos de ver la puesta en escena de Alpha Blondy, quien presentará al frente del grupo Solar Systems el disco Paris percy, también en Zorrozaurre, y dejará constancia de la visión africanizada del reggae que viene difundiendo desde hace ya 20 años.

Los amantes de las músicas populares también pueden acudir ese día al escenario instalado en Uribitarte, donde los gaiteros Carlos Núñez y Lyam O'Flynn tocarán principalmente sones tradicionales de Galicia e Irlanda.

En el final de la Semana Grande de San Sebastián destaca la presencia de Juanes en el escenario de Sagüés. El cantante colombiano, ganador de tres grammys Latinos (actualmente está nominado a otros cinco) y autor de canciones como A Dios le pido, grabó cinco elepés con el grupo Ekhymosis, pero sus últimas canciones están en Un día normal, su segundo álbum en solitario. Producido por Gustavo Santaolalla y grabado en Los Ángeles, el disco incluye un dueto con Nelly Furtado y combina la sonoridad del pop rock con reminiscencias de folk americano. "Vengo de una escuela musical basada en el folclor colombiano y latinoamericano", reconoce Juan Esteban (de ahí lo de Juanes).

En la capital guipuzcoana también llega a su fin Electrogaia, muestra de música electrónica que hoy cuenta con Derrick May, referente de lo que se ha dado en llamar Detroit techno, como principal atractivo. El estadounidense compartirá sesión con el suizo Deetron, el barcelonés Sideral, el sueco Aril Brikha Live y Cristian Warehouse, desde Vitoria. Mañana, los asistentes podrán bailar al ritmo que impongan los madrileños Cristian Varela y D'Wachman, el barcelonés Tony Verdi y el francés Scan X Live.

El Teatro Arriaga, por su parte, cede su escenario al llamado género chico. Hasta el día 24 ofrece representaciones de La generala, adaptación de la zarzuela de Amadeo Vives concebida por Tricicle, que se ha permitido añadir una nueva escena en la que suenan temas de Eva, La duquesa de Tabarín, Katiuska y Bohemios. Alicia Ferrer, Antoni Comas y Anna Argemí son los intérpretes principales de un montaje dirigido por Paco Mir, de casi dos horas de duración y en el que participan 17 músicos y siete actores.

Bilborock acoge un año más el ciclo de teatro de humor de la Aste Nagusia, compuesto por piezas humorísticas de pequeño formato. Mañana se podrá ver Rock comedy show, escrita, dirigida e interpretada por el actor belga Enric Jenicot, Elliot, quien a lo largo de hora y media se mete en la piel de un karateca, de un frustrado encantador de serpientes, de un boxeador y hasta en la de Mick Jagger, entre otros personajes.

El domingo, la compañía salmantina Spasmo presentará A fiestro y liniestro, en la que propone el viaje de cinco personajes "fascinantes y absurdos" a un mundo imaginario. Dirige el montaje Jordi Purtí.