Felipe y Guerra
Dirán que en España no se trabaja en agosto, pero el Tribunal Constitucional ha escogido esta fecha para deshacer la LOAPA en mil pedazos, y José María Calviño, para anunciar que televisión privada tururú. "Con respecto a la televisión privada, el Gobierno puede tomar la iniciativa, y puede no tomarla", dijo Calviño. O sea, no. Ésta es una legislatura de trazo grueso. El bisturí se deja para otro momento. Al enfermo se le opera con hacha y rodillo de 202 diputados: ajuste económico, reforma universitaria, reforma del Código Penal, doce o trece estatutos de autonomía, reconversión industrial, reforma militar, Óscar para Garci (esto no es del Gobierno, pero se lo apunta también), universalizar la educación y la sanidad, despenalizar el aborto... Y expropiar Rumasa.
-Un empresario no quería pagar y dijimos: ¿Ah, sí? ¡Pues to pal pueblo! -así explicó Alfonso Guerra la expropiación. "A España no la va a reconocer ni la madre que la parió", promete el vicepresidente.
Para otoño anuncia Calviño 13 programas nuevos, con Fernando G. Tola de estrella con Si yo fuera presidente..., y Flamingo Road, que promete hacernos olvidar Dallas. Bah. Nadie superará jamás a JR, como cantaba Pepe da Rosa: "Desde cabo Gata / hasta Finisterre / hay que ver la gente / cómo está con JR". Tampoco está mal, en otro estilo, la gira de Miguel Ríos: "Éste es el tiempo del cambio / el futuro se puede tocar". ¿Saben que se ha inventado una cosa que puede convertir el LP en pieza de museo? Se llama disco compacto (compact-disc) y se lee con rayo láser. ¡La madre! Lo que no inventen... Hay otro parato nuevo para manejar el ordenador con una mano. Se llama ratón, no me pregunten por qué.
-A ver si tenemos una televisión pública independiente -dijo José Luis Balbín en La clave.
-Eso está hecho, José Luis -replicó Guerra, rápido como un bicho.
Dice el Constitucional que la LOAPA no es orgánica ni armonizadora, que es de rango inferior a los Estatutos de autonomía y que, en síntesis, es un churro cazurro. El Gobierno se hace el ofendido, pero sin excesos: todo el mundo sabe que la "armonización" autonómica fue consecuencia del golpe del 23-F. Como dijo Guerra: "Si hacemos leyes para que no haya más golpes, es que el golpe está dao, ¡lo damos nosotros!". Pues eso.
Carlos Garaikoetxea no acaba de creérselo: "Esta sentencia es la excepción de una política antiautonómica". Quiere decirse: Garaiko piensa que el Gobierno y el Constitucional forman un ente llamado Madrid, donde todos están compinchados contra Euskadi. Cuando algo contradice esa teoría, como es el caso presente, Garaiko no rectifica, sino que cree estar ante la excepción que lo confirma todo. Más curioso aún es el análisis de Herri Batasuna: Felipe González y Garaiko han pactado la sentencia para que González cargue con el desgaste de imagen mientras Garaiko aplica en realidad la política antiautinómica de González. Es de imaginarse la tormenta de cerebros de Herri Batasuna: "Esto está pactao". "Seguro, seguro". "Como a Felipe le sobra imagen, se la regala a Garaiko, que hace lo de Felipe". "Todo es un paripé". "Ni lo dudes".
Ante la incertidumbre, el PSOE se ha apresurado a proclamarse el único partido capaz de vertebrar el Estado autonómico desde la cooperación. Es lo que dice Guerra: "Sólo hay tres cosas que unen España: el PSOE, el Real Madrid y El Corte Inglés". Por cierto, ¿se dan cuenta de que, diga uno lo que diga, Alfonso Guerra siempre ha dicho algo antes?
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