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El comité de Mercedes Benz afronta con divisiones la estrategia de negociación del convenio colectivo

El País

Aunque todos los sindicatos de Mercedes Benz-Vitoria siguen fieles al guión acordado en el seno del comité de no convocar nuevas movilizaciones hasta que la plantilla sea consultada la última semana de septiembre o la primera de octubre, las diferencias empiezan a ser difícilmente salvables en este órgano. Tras cinco jornadas de huelga que han sido seguidas por una gran parte de los 4.200 trabajadores de la multinacional, el sindicato mayoritario, UGT, y CCOO creen que ha llegado la hora de flexibilizar la negociación para no poner en peligro los puestos de trabajo. Mientras tanto, la mayoría sindical que suman ELA, LAB y ESK, cree que hay que dejar la puerta abierta a nuevas movilizaciones durante el verano. "No hay nada convocado para estos días, pero si la empresa se mueve habrá que pensarlo", declaró ayer un portavoz de ELA en el comité de empresa de Mercedes.

Para los sindicatos nacionalistas las amenazas de la compañía de trasladar parte de la producción, o las recientes sugerencias de que dentro de ocho años podría no haber un nuevo modelo de coche para producir en Vitoria, lo que supondría de hecho una importante desinversión, no son motivos para abandonar las reivindicaciones "de un convenio justo".

Pero es que, además, la UGT está molesta porque considera que ELA, LAB y ESK están forzando la máquina en Mercedes por motivos más sindicales que laborales. Fuentes de esta central en Madrid creen que detrás del conflicto está la búsqueda de ELA de ser el sindicato más votado en la planta y arrebatar a UGT esa posición. El miércoles de la pasada semana ELA convocó para ayer una reunión del comité, pese a no tener atribuciones para ello. La reunión no se produjo porque UGT ni siquiera consideró que existía tal convocatoria.

Según esa tesis de un conflicto puramente sindical, UGT se habría visto arrastrada a una serie de movilizaciones que no deseaba, entre otras cosas, porque no tiene capacidad de decisión en el seno del comité, aunque ostente la presidencia. Y ahora quiere una solución que, según dicen, la empresa tampoco está poniendo especialmente fácil. "La empresa ha dado algunos pasos y estamos cerca en algunos temas, como incrementos y duración del convenio, pero tampoco ha hecho un esfuerzo real por solucionar la crisis", explican fuentes de UGT.

En cualquier caso, el comité de empresa sigue manteniendo las formas y esta misma semana sus miembros esperan tener una reunión. Tampoco descartan una cita con la empresa, antes de que el área de producción pare el día 22 para el periodo estival, hasta el 22 de setiembre.

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