La marcha autorizada por los jueces concluye con la quema de una bandera española

La ilegalizada izquierda abertzale reapareció ayer en una manifestación, prohibida por la Consejería de Interior del Gobierno vasco y autorizada por el Tribunal Superior de la comunidad autónoma, que recorrió el centro de San Sebastián para terminar con un mitin de Arnaldo Otegi. El dirigente de Batasuna, quien aseguró que la izquierda abertzale "seguirá en la lucha", fue interrumpido por tres encapuchados que quemaron una bandera española entre un griterío de consignas en favor de ETA y los presos. Apenas media hora después comenzaban los actos de la Semana Grande.

Los principales dirigentes de la disuelta Batasuna, entre ellos Arnaldo Otegi y Joseba Álvarez, caminaron en las primeras filas de la marcha, a la que asistieron unas 3.000 personas. La manifestación fue prohibida inicialmente por la Consejería de Interior, pero el Tribunal Superior vasco autorizó su celebración. Los jueces aceptaron el argumento de que la formación ilegalizada, aunque apoyaba la protesta, no la convocaba. La convocante formal era una ciudadana particular.

Los manifestantes recorrieron sin incidentes durante casi tres cuartos de hora las calles del centro de San Sebastián. Precedidos por una gran ikurriña que fue saludada con fuertes aplausos al arrancar la marcha, los asistentes hicieron el trayecto gritando consignas a favor de la independencia del País Vasco y de los presos de ETA, y en contra de los partidos políticos.

El PNV fue calificado de "español", y el PP y el PSE, de "fascistas". También se corearon el lema de ETA, Jo ta ke, irabazi arte (Pega duro hasta la victoria) o Euskadi ta Askatasuna (Euskadi y libertad, palabras de las que proceden las siglas de la organización terrorista). Otros manifestantes camuflaron sus gritos de apoyo a ETA

entre los de Real tras entonar el himno del equipo de fútbol.

Estas sutilezas durante la marcha, si se las compara con el tono y las consignas de manifestaciones convocadas en años precedentes por HB o Batasuna, no se mantuvieron en el mitin que dio Otegi al finalizar el recorrido. Mientras hablaba desde el quiosco de la música del Boulevard, subieron al mismo tres encapuchados que, entre aplausos y gritos de ánimo, prendieron fuego a una bandera española. Antes de retirarse, saludaron puño en alto a un público enfervorizado que les aplaudió con gritos a favor de la independencia y alusivos a ETA. Otegi provocó el regocijo del público al ironizar sobre el humo negro que, a su lado, levantaban las llamas: "¡Qué mal huele la bandera española¡", exclamó antes de seguir su discurso.

El dirigente de Batasuna recordó que, tras 25 años de Estatuto de autonomía, todo lo que ha defendido la izquierda abertzale lo mantienen hoy otros: "Ahora todos se sienten obligados a hablar de soberanía, autodeterminación y siete provincias", dijo. Y añadió: "En septiembre, que se celebra la madre de todas las batallas [en alusión al debate parlamentario del plan Ibarretxe], ahí vamos a estar, en la lucha, confrontándonos con los fascistas para ganar un espacio nacional para el pueblo vasco".

Otegi, quien sostuvo que si PNV hubiera apostado por la autodeterminación en 1977 "no habría habido ningún muerto y ninguna bomba", amenazó con el "puño cerrado" a quienes piensen que se puede prescindir de la izquierda abertzale y ofreció la "mano tendida" a todas las fuerzas nacionalistas para "luchar contra los fascistas españoles".