El fuego causa 2.500 desalojos en Maçanet de la Selva

Aún no ha terminado uno y empieza otro. Un nuevo incendio forestal se declaró ayer en Cataluña. Esta vez en los términos municipales de Maçanet de la Selva y Riudarenes (Selva), donde el fuego obligó a desalojar a casi 2.500 vecinos, cortó la línea de ferrocarril entre Barcelona y Girona y una carretera comarcal, y arrasó unas 100 hectáreas de masa forestal.

El incendio empezó poco después de las dos de la tarde en los aledaños de la urbanización Maçanet Residencial Parc, entre Sils y Maçanet, y se propagó con mucha rapidez a causa de las altas temperaturas.

La proximidad de las llamas a zonas habitadas hizo que los bomberos y los Mossos d'Esquadra desalojaran a 350 vecinos de Maçanet Residencial; 200 personas del cámping Riudarenes; dos casas de colonias -30 niños y niñas de entre 3 y 5 años en Can Colomer y 60 en Can Calzada-; el refugio de la Mare de Déu d'Argimon, en el que había 20 niños y 8 educadores; parte de las urbanizaciones de Can Fornaca y Riudarenes, y algunas masías dispersas. En total, según cifras de los Bomberos de la Generalitat, 2.450 personas, que no sufrieron ningún daño y pudieron regresar a sus casas a partir de las ocho de la tarde.

Francisca y José Robles son un matrimonio de Badalona que veranea en Can Fornaca y ayer se vieron afectados por el fuego. Fueron desalojados por los Mossos sin que les diera tiempo ni a cerrar las ventanas. Isabel Moreno, del mismo complejo, explica: "Vi una humareda muy espesa enfrente de la ventana de la cocina y minutos más tarde oí que por los altavoces del camión de los bomberos nos gritaban que desalojáramos".Inma Ortiz, una trabajadora de la gasolinera más próxima al lugar del incendio, a la que acudieron los bomberos para abastecerse de agua, explicó: "Hubo momentos de mucha tensión, porque el fuego iba en distintas direcciones y aquí hay material inflamable". La misma empleada recordaba con miedo cómo se quemaban los cables del tendido eléctrico.

El incendio obligó a cortar también al tráfico la carretera comarcal G-555 a la altura de Sils y a interrumpir la circulación de trenes en el tramo Maçanet-Caldes de Malavella de la línea Barcelona-Girona a partir de las 15.15 horas. Cinco trenes de cercanías y uno de largo recorrido se vieron afectados por el corte de la la vía. Cuatro de los trenes ni tan siquiera llegaron a salir de su punto de partida, otro se detuvo en Breda y un convoy de largo recorrido procedente de Cartagena con destino a Montpellier quedó retenido en Barcelona. La compañía Renfe habilitó ocho autocares para suplir la falta de trenes hasta que quedó restablecido el servicio ferroviario, poco después de las siete de la tarde.

En los trabajos de extinción del incendio participaron 35 vehículos terrestres de los Bomberos de la Generalitat y 11 aéreos (un helicóptero de comando y cuatro bombarderos, cinco aviones de vigilancia y ataque, y un hidroavión procedente de la base balear de Pollença).

Sin víctimas

El fuego se dio por controlado a las 19.45 horas, sin que se hubieran producido víctimas ni daños materiales en viviendas. Tan sólo tuvieron que ser atendidas dos personas afectadas por crisis de ansiedad, así como dos bomberos, uno por inhalación de humo y otro por quemaduras leves en una mano.

En los trabajos intervinieron también voluntarios de los Agentes de Defensa Forestal (ADF), que no dudaron en afirmar que el incendio había sido provocado intencionadamente o como consecuencia de una negligencia, extremo que en estos momentos se está investigando.

Los voluntarios de los ADF, conocedores del terreno, también mostraron su preocupación por la suciedad de los bosques, llenos de matojos y brezo. En respuesta a esta preocupación, el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Maçanet, Antoni Trinchería, declaró: "No existe ley alguna que obligue a mantener limpias las superficies forestales, ni públicas ni privadas". Pese a ello, según Trinchería, su concejalía está "presupuestando ayudas para destinar al cuidado y mantenimiento de los bosques".

A última hora de la noche se desplazó a Maçanet de la Selva el conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, para evaluar los daños e interesarse por la situación de las personas desalojadas.