EE UU prosigue su campaña de detenciones masivas
Los arrestos masivos que realizan las tropas estadounidenses en Irak prosiguen, al igual que los ataques de la guerrilla contra las tropas invasoras. En las últimas 24 horas, 26 personas, entre ellas dos responsables de bajo rango del régimen de Sadam, han sido detenidas en el norte de Bagdad, en la zona donde se han producido más incidentes armados.
Las detenciones de los dos responsables se produjeron una en Baquba, 60 kilómetros al norte de la capital, y otra en Halabja, 300 kilómetros al noreste de Bagdad, por soldados de la 4ª División de Infantería. Según el teniente coronel Ted Martin, los dos detenidos "reclutaban a gente y planeaban ataques".
Estos arrestos se producen dentro de una ofensiva de las tropas estadounidenses para reducir los ataques de la guerrilla, que atribuyen a elementos leales al antiguo régimen, y también por el aumento de las operaciones para intentar capturar a Sadam, que se centran sobre todo en su región natal, en los alrededores de Tikrit.
Pero los enfrentamientos continúan. Tres soldados estadounidenses resultaron heridos en la noche del sábado en Tikrit cuando estalló una bomba al paso de un convoy del 122 batallón de la 4ª División de Infantería, que participa en la caza del dictador. En Baquba, otro convoy estadounidense fue alcanzado por fuego lanzagranadas. El Mando Central no informó de bajas, aunque varios testigos señalaron que al menos dos militares fueron evacuados heridos.
Funeral suspendido
En Awja, una aldea cercana a Tikrit, fue suspendido ayer un servicio fúnebre en memoria de los dos hijos de Sadam, Uday y Qusay, que fueron enterrados el sábado en esta localidad. Un clérigo suní señaló a la BBC que había decidido no realizar la ceremonia después de consultar con varios miembros de la tribu de Sadam, que procede de esta localidad.
Sólo unas horas después del entierro, incluso las banderas iraquíes habían sido retiradas de las tumbas de los hijos del depuesto presidente, que murieron en un enfrentamiento con las tropas estadounidenses el pasado 22 de julio en la ciudad de Mosul. "Nadie de aquí ha podido hacer algo parecido. Han sido los americanos", dijo un habitante, que también protestó por la presencia de soldados cerca del cementerio.
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