Juan Carlos Fresnadillo alaba la espontaneidad del corto
La espontaneidad y frescura con la que se afronta un cortometraje se suelen perder el día que un director se pone tras una cámara para dirigir un largo. Lo ha dicho Juan Carlos Fresnadillo, con dos películas a sus espaldas, el corto Esposados, nominado para los Oscar de 1997,
y el largo Intacto, por el que fue premiado a mejor director novel en los Goya 2001. "En un corto trabajas como francotirador: intentas sacar una historia que te obsesiona y lías a la gente para que se tiren contigo a la piscina", dijo en los Cursos de la Complutense. En un largo la cosa cambia. "Rodar con un equipo profesional implica cierta frialdad". Contó que en mitad del rodaje de Esposados se quedaron sin dinero y pararon por un año. Está sumergido en el guión de su próximo largo, que rodará el año que viene.
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