Berlusconi readmite en el Gobierno a un ministro expulsado por una polémica
En vísperas de iniciar las vacaciones en alguna de sus villas en Cerdeña, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, readmitió ayer en el Gobierno a Claudio Scajola, obligado a renunciar a la cartera de Interior hace un año por unas polémicas declaraciones. Scajola, coordinador de Forza Italia y verdadero artífice de la consolidación de este partido como fuerza política, se hará cargo del Ministerio de Actuación del Programa de Gobierno, un extraño título detrás del que se esconde la posibilidad para este fiel asesor de Il Cavaliere de sentarse en el Consejo de Ministros.
Scajola figuró desde el principio en el Ejecutivo formado por Berlusconi tras su éxito en las elecciones de mayo de 2001. Por desgracia, la cartera de Interior se reveló sumamente compleja para un hombre como él, severo organizador del partido pero poco dotado para las sutilezas de la vida política exterior. El incidente por el que se vio obligado a presentar su dimisión meses en julio del año pasado estuvo relacionado con el atentado que costó la vida, el 19 de marzo de 2002, al asesor del Ministerio de Trabajo, Marco Biagi. El profesor de Derecho del Trabajo Marco Biagi murió fulminado por varios disparos, presuntamente obra de un comando de las nuevas Brigadas Rojas, cuando regresaba a su casa en el centro de Bolonia.
La trágica muerte puso al descubierto la situación del profesor, que se sentía amenazado y había reclamado en los últimos meses, sin éxito, que se le restituyerá la escolta de la que había dispuesto hasta entonces. En el furor de la polémica, Scajola restó importancia a las amenazas que pesaban sobre el profesor asesinado, al que acusó, ante un grupo de periodistas, de ser un "coñazo" que sólo quería que le renovaran su contrato.
