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LA POSGUERRA DE IRAK | El papel de los aliados

El nombramiento por EE UU de una mujer como juez en Nayaf desata agrias protestas en la ciudad santa chií

El coronel de marines estadounidense que supervisa la constitución del gobierno de la ciudad santa chií de Nayaf, en el centro de Irak, pospuso ayer indefinidamente la toma de posesión de la que iba a ser la primera juez en la historia de la ciudad tras la ola de protestas que provocó su nombramiento, entre otras, las

fatwas o edictos religiosos pronunciados por dignatarios islámicos y las violentas quejas de los abogados locales.

La repentina tormenta simboliza las tensiones entre el deseo norteamericano de dejar su huella en la forma de gobernar en Irak y los religiosos conservadores, determinados a combatir lo que ven como una invasión militar que, además de los carros de combate, impone normas culturales occidentales. Algunos de los iraquíes que protestaron contra el nombramiento eran mujeres, lo que dejó a los estadounidenses aún más sorprendidos y confusos.

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"Hay una mujer en el Consejo de Gobierno y nadie movió un dedo", dijo el teniente coronel Christopher C. Conlin, el oficial de mayor rango en la ciudad. "A veces uno no se da cuenta hasta que toca un punto sensible".

La ceremonia de toma de posesión de Nidal Nasser Husein, una abogada de 45 años con un largo historial de pionera en su profesión, estaba prevista para ayer. Hace 16 años fue la primera mujer que ejerció como abogada en la ciudad. Ahora son 50.

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"Rechazamos el nombramiento de una juez porque es contrario a la ley islámica", dijo Rajiha al Amidi, una mujer que protestaba en la calle contra la designación de Nidal. Una mujer no puede ser juez, explicó, porque "siempre se dejará llevar por sus emociones". El coronel Conlin se reunió con el jefe de la justicia en Nayaf, que le enseño por lo menos tres fatwas. Una tenía fecha del 5 de junio, mucho antes de la controversia, pero tenía mayor peso porque había sido pronunciada por el gran ayatolá Alí al Sistani, el dignatario chií más respetado en Irak

El coronel dijo que veía el nombramiento de un juez como un asunto civil, algo que se arregla con una simple elección en su Virginia natal, con lo que ni siquiera se había planteado consultar a las autoridades religiosas.

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