Berlusconi desbloquea la investigación sobre Mediaset y cierra la crisis en la coalición

Una discreta y eficaz intervención del primer ministro, Silvio Berlusconi, llevó ayer la calma a la Casa de las Libertades, la coalición de centro-derecha que gobierna Italia, sacudida por una violenta tormenta política desde hace días. Il Cavaliere ordenó al ministro de Justicia, Roberto Castelli, que diera luz verde a la investigación sobre su imperio televisivo, Mediaset, paralizada por éste días atrás. La decisión de Castelli había provocado la sublevación de los aliados democristianos y la presentación de una moción de censura de la oposición en el Senado, que no prosperó.

En el curso del debate en el Senado (Castelli es senador de la Liga Norte), el propio ministro anunció que dará curso a las cartas rogatorias enviadas por los fiscales de Milán, que investigan un presunto fraude fiscal de Mediaset, a EE UU y Suiza. De esta forma, Castelli, cuya dimisión fue solicitada por los senadores de El Olivo y del Partido de Refundación Comunista (PRC) con durísimos alegatos, consiguió pacificar a los socios de la coalición y lograr que la oposición perdiera el debate y retirara una segunda moción planteada en la Cámara de Diputados. El ministro atacó por su parte al centro-izquierda por su conducta en esta polémica, desatada, según él, por la ambigüedad de la ley de Inmunidad, recientemente aprobada, que prevé la paralización de los procesos en el caso de los cinco máximos cargos del Estado. Castelli la aplicó a una simple investigación judicial, aunque ayer declaró que se limitó a suspender temporalmente el procedimiento en tanto le aclaraban las dudas.

La intervención del ministro de Justicia fue una mera escenificación porque la solución al áspero contencioso había llegado horas antes de que comenzara el debate, cuando el vicepresidente del Gobierno, Gianfranco Fini, anunció la intención del Ejecutivo de desbloquear la investigación judicial. Fini atribuyó a Berlusconi el mérito en la resolución de una crisis que ha dejado al descubierto, una vez más, las debilidades internas de la coalición de centro-derecha, y las profundas divisiones que existen en ella, formada por un heterogéneo conjunto de partidos, desde ex democristianos, a ex secesionistas padanos, pasando por posfascistas de Alianza Nacional, y populares de Forza Italia, el partido de Il Cavaliere.

Desde Moscú, Berlusconi dijo que la polémica sobre las cartas rogatorias enviadas por los fiscales de Milán, e interceptadas por el ministro de Justicia, "ha sido instrumentalizada" por los medios de comunicación. Berlusconi se declaró el "campeón" de las rogatorias, en alusión a las numerosas investigaciones a que han sido sometidas sus empresas, investigaciones que según él responden al ánimo persecutorio de una parte de la magistratura, ligada a los comunistas.

Instrumentalizada o no, la polémica había puesto en serios apuros a la coalición de Gobierno, por segunda vez desde que Italia asumió el 1 de julio la presidencia de turno de la UE. Consciente del problema, Il Cavaliere adoptó una decisión salomónica, dando la razón a las dos partes en conflicto. Por un lado, complació a los democristianos de la UDC dando luz verde a la investigación judicial y por otro, aplaudió la decisión de Castelli, de aplicar con celo la ley de Inmunidad. "El ministro ha hecho una interpretación técnica, y me parece que, muy correctamente, había pedido un parecer experto, para ello se ha dirigido al órgano que representa la soberanía popular, es decir el Parlamento".

Pese al escaso relieve de algunos de los protagonistas de este pulso entre la UDC y la Liga Norte, esta nueva batalla política en el seno de la coalición ha sido combatida por los pesos pesados del Gobierno y el Parlamento. Por Berlusconi, pero también por Pierferdinando Casini, presidente de la Cámara de Diputados, el miembro más influyente de la UDC, fiel colaborador del primer ministro, pero molesto, por la aparente preferencia que otorga a la Liga Norte. Los democristianos aportan 69 parlamentarios (40 diputados y 29 senadores) a la mayoría de Gobierno, y controlan dos carteras de escasa relevancia, la de Relaciones con el Parlamento y la de Asuntos Europeos. La Liga Norte, con 47 parlamentarios (30 diputados y 17 senadores), tienen tres Ministerios: Justicia, Trabajo y Reformas Institucionales.