Retiradas todas las banderas azules de las playas del Cantábrico

La fundación internacional que evalúa el estado de las playas anunció ayer la retirada temporal de todas las banderas azules en el Cantábrico, desde el suroeste de Francia hasta los límites entre Lugo y A Coruña. La Asociación de Educación Ambiental y Consumo (Adeac) tomó esta decisión al corroborar que 33 de los 34 arenales con bandera azul en el norte de España aparecieron con chapapote en julio.

Sólo la playa de Area, en Viveiro (Lugo), mantendrá la enseña que distingue su cuidado ambiental ya que, por su situación, no ha recibido fuel en todo el mes de julio.

Las playas que se quedan sin bandera azul son A Marosa, Esteiro, O Torno, Cubelas, Areoura, A Rapadoira, Peizás, Altar, Benquerencia, As Pasadas, Lóngara, Os Castros y As Catedrais, en la provincia de Lugo; Anguileiro, San Pedro de Bocamar, Aguilar y Toranda- Niendro, en Asturias; Comillas, Mataleñas, Sardinero primera y segunda, El Camello, La Magdalena, La Arena, Ris, Tregandín, Berría, La Salvé y Ostende, en Cantabria; Plentzia, Laga y Ea, en Vizcaya, e Itzurun, en Guipúzcoa.

La Adeac asegura que ha decidido la retirada temporal de estas banderas de acuerdo con los ayuntamientos y las autoridades autonómicas. "Esta decisión conjunta no responde ni refleja un agravamiento general de la situación ni supone una desconsideración a la efectividad y continuidad de los esfuerzos de limpieza realizados y en curso", afirmó la fundación en un comunicado. "Simplemente constata que no podemos asegurar, en función de las vientos o las corrientes predominantes, que un usuario de estas playas no pueda encontrar ocasionalmente algún vestigio de chapapote, en ocasiones incluso difícil de distinguir a simple vista".

Chapapote en Asturias

La llegada de fuel del Prestige a la costa asturiana elevó ayer a 70 el número de playas de la comunidad autónoma afectadas por la marea negra. El viento norte, habitual en esta época del año, está arrastrando al litoral del Principado restos de hidrocarburos que permanecen a la deriva en el mar desde el hundimiento, el pasado noviembre, del petrolero Prestige frente a la fachada atlántica gallega.

Ayer, recibieron nuevas manchas de chapapote (galipote, en Asturias) 26 de los 192 arenales de la región. Otros 44 presentan aún vestigios de días precedentes.

Ochocientas personas trabajan desde hace meses en la limpieza de las playas de Asturias, pero en las últimas fechas la intensificación de los aportes de fuel obligó en algunos casos a los bañistas a sumarse a las tareas de recogida. Ocurrió la pasada semana en la de Penarronda, en el municipio de Castropol, cerca de Galicia, y pasó de nuevo el lunes en el de Aguilar, en el concejo de Muros de Nalón, en el tramo central de la costa. En esta playa tuvo que prohibirse el baño el pasado jueves y anteayer volvió a verse afectada por una gran mancha de contaminación.

Desde que el pasado 6 de diciembre se recibió en el litoral del Principado el primer vertido de fuel, los equipos movilizados por la Administración central, la autonómica y los 21 ayuntamientos costeros han retirado casi 4.000 toneladas de hidrocarburos.