"Zenarruzabeitia está haciendo un mal negocio con dinero de todos los vascos"

El secretario general de Política Fiscal del Ministerio de Hacienda, Rafael Cámara, ex diputado del PP por Álava, asegura que la única manera de entender la actitud del Gobierno vasco respecto del conflicto del Cupo es exclusivamente política, ya que "económicamente es una ruina".

Pregunta. ¿No cree que el nuevo plazo dado al Gobierno vasco para devolver los 32,2 millones puede entenderse como un signo de debilidad?

Respuesta. No, es un plazo máximo. Lo que no vamos a hacer es perder 32,2 millones de euros para contentar al PNV, o a su estrategia política. Eso sería una irresponsabilidad. Lo que hemos dicho es que aplazamos la decisión de descontar el dinero hasta la próxima liquidación del Cupo, que es el 30 de septiembre, fecha suficiente para que el Gobierno de Ibarretxe acredite ante la sociedad vasca su voluntad de diálogo institucional.

"La actitud de la 'vicelehendakari' es un atentado a la línea de flotación del Concierto"

"Quien más necesita de diálogo y distensión es el País Vasco por las tensiones que sufre"

P. ¿ Cuánto representan los 32,2 millones en el total del flujo financiero que el Gobierno vasco tiene que recibir de Madrid?

R. Es casi irrelevante. El Gobierno vasco ha elegido mal el elemento de confrontación y el mensaje. Si lo que pretenden es decir que Madrid quiere asfixiar al Gobierno vasco, se equivocan radicalmente. En realidad los 32,2 millones sólo representan el 2,8% del dinero pendiente de recibir del Gobierno central [por ajuste en los impuestos concertados]. Por eso hay que preguntarse por qué este lío con una cantidad tan pequeña.

P. ¿Sugiere que es un desafío calculado?.

R. Probablemente. Con el plan Ibarretxe hemos conocido que esto forma parte de una estrategia política de confrontación con el Estado, dentro de la cual el conflicto del Cupo es la cuarta, quinta o sexta provocación, un elemento más de la propuesta de ruptura del lehendakari. Lo intentaron con el Concierto y les salió mal por la oposición de las diputaciones.

P. ¿Sostiene que buscan rentabilidad política incluso a costa del dinero de todos los vascos?

R. Al Gobierno vasco 32,2 millones de euros no le supone ningún quebranto. Sin embargo están bloqueando premeditadamente acuerdos a los que tiene derecho la sociedad vasca, como los gastos que ha ocasionado el Prestige, los gastos de la ampliación de la Ertzaintza, la constitución de la Junta Arbitral que desbloqueará 30 asuntos que suman un total de 60 millones de euros, y también bloquea una sustancial mejora de la representación vasca en los conflictos que se presentan desde Bruselas. En términos económicos, su estrategia es una ruina. Sólo cabe entenderla en términos políticos.

P. Con esa interpretación, ¿por qué han decidido dar una nueva oportunidad al diálogo?

R. Es posible que esto se entienda mal fuera del País Vasco, es posible que alguna comunidad pida contundencia con Euskadi. Pero quien más necesita diálogo y distensión, y que esa posición la acredite el ministerio y el Gobierno de la nación, es el País Vasco. La sociedad vasca está sometida a tantas tensiones que es justo mantener la altura de miras. Ir a un descuento del dinero descontado nos metería en una dinámica indeseable. El mensaje a la opinión pública es que no queremos conflictos con los vascos.

P. Sin embargo, ¿no abandonan la idea de que el Gobierno vasco pague primero y después se hable de lo que sea?

R. Lógicamente, el Gobierno vasco va a comprobar que no aceptamos ni provocaciones ni vías de hecho. Pero queremos resolverlo, no como ellos, sino abriendo puertas. Y eso a pesar de saber que esto no sólo es un test del Estatuto de Libre Asociación en su vertiente financiera, sino una propuesta más de ruptura con la Administración del Estado. Al Gobierno vasco no le importa llevarse por delante cuestiones económicamente interesantes para el País Vasco.

P. Antes le hablaba de riesgo calculado porque el Gobierno vasco no ha descontado los 32,2 millones a las Diputaciones.

R. Ya, pero si el Ministerio de Hacienda descuenta del pago del día 30, el que corresponde a la compensación por IVA e impuestos especiales, unos 300 millones, pues ese dinero repercutirá negativamente en las diputaciones. El Gobierno vasco, que precisamente es el único de todas las comunidades autónomas que no tiene la capacidad de recaudar, está jugando con el dinero de la sociedad vasca, con el de las diputaciones. Está haciendo un mal negocio con dinero de todos. ¿Se imagina lo que hubiera pasado si en Madrid decidimos recortar el flujo pactado hacia Vitoria?

R. ¿Cree que la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia es clave en este conflicto?

R. Desde luego, en Madrid mostró una intransigencia increíble. ¿Para qué convocó la reunión de la Comisión Mixta de Concierto si al acabarla leyó un comunicado que tenía previamente escrito? Zenarruzabeitia posiblemente estará muy bien remunerada políticamente por el PNV, porque cumple sus instrucciones, pero desde luego constituye un peligro terrible para el Concierto, y su actitud es un atentado directo en la línea de flotación del Concierto.

P. Cuando Zenarruzabeitia supo de la reunión que mantuvo el día 23 con el diputado de Hacienda de Álava dijo que esa forma de actuar responde al "concepto de España única, de España rancia"...

R. Este miércoles, cuando se habló en el Ministerio de Hacienda del concepto de lealtad institucional dentro del modelo de financiación autonómico, la única comunidad que no estaba era el País Vasco. Es una lástima. Puede ser que las mentes del Gobierno vasco consideren una provocación el nuevo modelo de financiación autonómica, porque da cierta autonomía fiscal a las comunidades no denominadas históricas.

P. También les acusan de falta de lealtad institucional.

R. Mire, a la señora vicelehendakari se le llena la boca de palabras y fue ella precisamente la que se quiso quitar de encima a las diputaciones vascas. Cuando el Gobierno vasco descontó los 32,2 millones, solicité una reunión urgente de todas las partes para desbloquear esto. Por carta se me contestó que de esta cuestión sólo se hablaba con el Gobierno vasco, que las diputaciones no tenían nada que ver. El problema de Zenarruzabeitia es, a su vez, la grandeza de la democracia: las instituciones están gobernadas por partidos diferentes. Esa diferencia de trato que aplica Zenarruzabeitia a unas y otras sólo es entendible desde un sentimiento profundamente antidemocrático.

P. ¿Quién tiene razón en el ajuste sanitario que genera el conflicto?

R. Hay una discrepancia que hay que discutir. Discrepancias hay muchas, pero se discuten, se llega a acuerdos y se solucionan. No se toma una decisión unilateral, porque eso es una agresión. Nos sentimos engañados, hemos sido víctimas, y ahora además víctimas pacientes.

P. ¿Hubo engaño?

R. Tres días antes de que descontaran el dinero estuvimos reunidos y no dijeron nada, y luego instrumentalizaron la Comisión Mixta de Concierto. Es de un cinismo atroz.