El regreso del presidente depuesto a Santo Tomé pone fin al golpe
Los militares que el pasado día 17, en un golpe de Estado, tomaron el poder en las islas de Santo Tomé y Príncipe, en el golfo de Guinea, firmaron ayer un acuerdo con los representantes de la comunidad internacional que mediaban en el conflicto que puso fin a la revuelta y permitió el regreso del presidente, Fradique de Menezes. Menezes estaba en Nigeria cuando se produjo el golpe y volvió ayer a Santo Tomé.
A cambio, los golpistas exigieron la formación de un nuevo Gobierno de unidad nacional; amnistía para todos los rebeldes y ser reintegrados en las Fuerzas Armadas, ya que la mayoría de ellos son veteranos del Ejército de Santo Tomé y antiguos combatientes en el comando Búfalo, creado por África del Sur en los años ochenta y que combatió al lado de los guerrilleros de la UNITA en la guerra civil de Angola.
Desde que tomaron el poder, en una sublevación sin víctimas, los militares repitieron que no pretendían gobernar Santo Tomé, una antigua colonia portuguesa de 1.000 kilómetros cuadrados.
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