El gobierno interino iraquí se divide ante el nombramiento de los ministros clave

El Consejo de Gobierno iraquí se reunió ayer para analizar el nombramiento de los ministros que dirigirán los departamentos clave de la Administración en los próximos meses. La reunión se celebró a puerta cerrada en el edificio que solía albergar el Ministerio de Industria Militar del régimen de Sadam Husein, convertido ya en sede permanente del nuevo organismo. Fuentes cercanas al Consejo explicaron que se ha desatado una dura pugna entre los grupos políticos que lo integran para controlar el Ministerio del Petróleo, que obtiene la mayor parte de los ingresos del Estado y es una pieza clave para la recuperación económica de Irak tras la guerra.

Los 25 integrantes del Consejo, creado el 13 de julio a instancias del procónsul estadounidense en Bagdad, Paul Bremer, decidieron pedir explicaciones al jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, general Ricardo Sánchez, sobre los registros y detenciones llevados a cabo en locales de partidos políticos y viviendas particulares de chiíes en varias zonas del país. Un comunicado difundido al final de la reunión cita, por ejemplo, los registros efectuados en locales del Consejo Supremo para la Revolución Islámica (CSRI) y del Partido Islámico Iraquí (PII), ambos con representación en el Gobierno provisional. En declaraciones a France Presse, el consejero independiente Gazi Ajil al Yauar calificó de "crímenes" esas operaciones y exigió a los soldados que "respeten los derechos" de los iraquíes.

En su primera semana de existencia, el Consejo de Gobierno iraquí ha sido incapaz de nombrar un líder y ha optado por una presidencia rotatoria de tres. Los favoritos para compartir la cabeza del Consejo son el veterano ex ministro de Exteriores Adnan Pachachi, suní, y los líderes religiosos chiíes Mohamed Bahr ul Ulum y Abdul Aziz al Hakim, este último dirigente del CSRI y hermano del influyente clérigo Mohamed Baqr al Hakim. Todo indica que Ahmad Chalabi, un hombre de negocios cercano al Pentágono que dirige el Congreso Nacional Iraquí (CNI), quedará fuera de la troika. Los chiíes cuentan con 13 representantes en el Consejo de Gobierno, que tiene cinco delegados suníes, cinco kurdos, un turcomano y un cristiano.

Una de las principales exigencias de las nuevas autoridades iraquíes ha recibido una respuesta positiva del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de EE UU en el golfo Pérsico, John Abizaid, que anunció en Bagdad la formación de una milicia iraquí en los próximos 45 días para ayudar a sus tropas a luchar contra los grupos de leales a Sadam. El objetivo es que unos 7.000 iraquíes entrenados por los norteamericanos participen en la protección de convoyes y la vigilancia de edificios públicos, centrales eléctricas y depósitos de armas. El Consejo expresó desde el primer momento su deseo de que los iraquíes se involucren en el mantenimiento de la seguridad en el país como señal de regreso a la normalidad.

Mientras se reunía el Consejo, las tropas de EE UU sufrieron una nueva baja al explotar una bomba al paso de un convoy en el norte de Bagdad. Un soldado y un intérprete iraquí murieron en el ataque y tres militares resultaron heridos. Tras el incidente, ocurrido a primera hora de la mañana, son ya 152 los soldados norteamericanos muertos desde que comenzó la guerra, en marzo pasado.

Mientras tanto, la televisión árabe Al Yazira mostró ayer imágenes de varios hombres pertenecientes a un grupo llamado la Brigada de la Yihad (guerra santa), que hicieron un llamamiento a la rebelión contra la ocupación. Los hombres aparecieron en pantalla bajo un retrato de Sadam, con el rostro tapado y armados con rifles Kaláshnikov y lanzagranadas. Uno de ellos juró "venganza" contra EE UU. "Mataremos a todos los espías y traidores", dijo.