Una tripulación de refresco subió al Yak-42, según el ministro
El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, aseguró ayer que una tripulación de refresco se incorporó a mitad de viaje al Yakovlev-42 en el que fallecieron 62 militares españoles el pasado 26 de mayo y que, por tanto, se cumplió la normativa española sobre turnos de descanso de los pilotos, "en el caso de que hubiera sido aplicable".
Se trata de un dato hasta ahora desconocido no sólo para la opinión pública sino para el propio Ministerio de Defensa. El pasado martes, después de que se difundiera la ruta seguida por el avión desde su salida de Ucrania, el general Francisco Sánchez Borrallo, representante español en la comisión de investigación, consideró que no era excesivo que las dos tripulaciones que murieron en el accidente hubieran volado 24 o 25 horas seguidas, ya que podían descansar a bordo, aunque no fuera "lo óptimo". Defensa difundió un comunicado en el que no aludía a este extremo, sino que sólo se refería a la presencia de cinco pilotos entre los fallecidos.
Ese ministerio tuvo noticia de este relevo el pasado miércoles, 50 días después del siniestro, aunque para conocerlo hubiera bastado con interrogar a los militares españoles que realizaron el vuelo de ida del Yak-42 y se quedaron en Kabul.
"17 horas y 15 minutos"
Trillo-Figueroa detalló ayer el plan de vuelo, con la duración de los trayectos y las escalas, y explicó que cuando se relevó a la primera tripulación, durante una parada en Estambul (Turquía) para repostar, ésta llevaba 12 horas y 55 minutos de actividad. Cuando se produjo el accidente, agregó, los nuevos tripulantes llevaban 17 horas y 15 minutos en activo, "por debajo de lo previsto en la normativa española". No es seguro que esta última afirmación sea exacta, ya que el límite máximo de 18 horas y media que ésta impone se refiere a vuelos con un máximo de cuatro despegues y aterrizajes, pero el dato ahora conocido limita la dimensión del problema.
El ministro aportó ayer otro dato menos tranquilizador. La compañía Chapman, que obtuvo el contrato de transporte de las tropas españolas adjudicado por la agencia NAMSA de la OTAN, no suscribió un seguro de vida individualizado por 75.000 dólares para cada uno de los pasajeros como exigió España. Chapman alega que la responsabilidad de la indemnización corresponde a la línea aérea ucraniana, UM Air, que cuenta con una póliza reasegurada en la Bolsa de Londres. Pero el criterio de Defensa y de NAMSA, que suscribieron un comunicado conjunto el pasado día 15, es que esta última póliza debe reservarse para hacer frente a eventuales responsabilidades civiles, mientras que el seguro de vida debe abonarlo Chapman.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Ministerio de Defensa
- Federico Trillo
- VII Legislatura España
- Declaraciones prensa
- Congreso Diputados
- Aviones comerciales
- Misiones internacionales
- Política defensa
- Accidentes aéreos
- Fuerzas armadas
- Comisiones parlamentarias
- Aviones
- Accidentes
- Legislaturas políticas
- Ministerios
- PP
- Partidos políticos
- Parlamento
- Defensa
- Transporte aéreo
- Gobierno
- Gente
- Sucesos
- Transporte
- Administración Estado