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El Prado saca de sus fondos dibujos inéditos de tres seguidores de Goya

La exposición reúne 32 obras sobre papel de los artistas Zapata, Alenza y Lucas

El título de la exposición, La estela de Goya, indica que el pintor aragonés no tuvo discípulos directos y que una serie de artistas románticos recibieron la influencia de la modernidad de los caprichos goyescos. El Museo del Prado presentó ayer 32 obras sobre papel de tres artistas de la primera mitad del siglo XIX, José Zapata, Leonardo Alenza y Eugenio Lucas, que heredaron el interés por la estampa de las series goyescas. El material expuesto, hasta el 12 de octubre, procede de la colección de dibujos del museo y en su mayoría son inéditos y no se habían mostrado al público.

La sala de dibujos de Goya, en la planta segunda del Museo del Prado (http://museoprado.mcu.es, entrada por la puerta de Murillo), presenta desde hoy una exposición que analiza La estela de Goya en los artistas del siglo XIX y sirve para conocer la colección de dibujos del museo (4.000 piezas). El Prado mantiene, además, durante los meses de verano, la antológica de Tiziano, en la galería central de la primera planta, y la muestra Arte protegido. Memoria de la Junta del Tesoro Artístico durante la Guerra

Civil, en una sala temporal (entrada por la puerta baja de Goya).

El interés de la exposición, según Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación, se centra en el conocimiento y restauración de la colección de dibujos y en conocer el ejemplo de Goya en tres artistas, en los temas y las técnicas. Alenza y Lucas representan, según el historiador Lafuente Ferrari, la mejor herencia de la "veta brava goyesca", aunque la impronta del pintor permaneció en buena parte de los artistas españoles, tanto en su aspecto plástico como en su iconografía. En la selección aparecen la serie de contra-caprichos de Zapata y el costumbrismo romántico de los madrileños Alenza y Lucas.

Javier Barón, jefe del Departamento de Conservación del siglo XIX, destacó "la huella de Goya en la modernidad" y en los tres artistas del Romanticismo que forman la exposición. José Zapata (Valencia, 1763-1837), dibujante y pintor, es el menos conocido, aunque hace 30 años el museo adquirió una colección de dibujos, de los que ahora se muestran algunos. Javier Barón destacó "la intención moralizante y conservadora", distinta a Goya, y una estética barroca al realizar una colección de 24 caprichos, dibujos inspirados en las estampas de Goya. En estas obras, a través de sus personajes, el autor representa "los pasajes de la vida relaxada y el fin de ella", donde "el hombre y muger no deve nunca separarse del camino y costumbres de la buena moral y Cristiana observancia". En el montaje de la exposición se han situado a continuación los dibujos de Leonardo Alenza (Madrid, 1807-1845), figura del Romanticismo madrileño. Barón señala la influencia goyesca en "la capacidad de movimiento y la expresividad del trazo", con temas de brujería y aquelarre y tipos populares, que sirvieron de modelos para grabar en madera, que alcanzaron gran difusión en publicaciones como El Semanario Pintoresco Español y Los Españoles Pintados Por Sí Mismos. Sus números de dibujos se conservan también en las colecciones de la Biblioteca Nacional, el Museo Lázaro Galdiano y el Museo Romántico.

La exposición termina con aguadas, guaches y tintas de Eugenio Lucas Velázquez (Madrid, 1817-1870), seguidor de los grandes de la pintura española, como Velázquez, Murillo y Goya. La influencia de Goya provocó problemas de atribución de sus pinturas, algunas consideradas del pintor aragonés.

Javier Barón observa en la obra sobre papel de Eugenio Lucas la influencia de temas goyescos, en las tauromaquias y máscaras, por su "imaginación y fantasía", y también por el tratamiento del color y las manchas en la composición de las obras. "El artista encontró en el dibujo y en la obra sobre papel un campo de experimentación que convenía a su temperamento inquieto y a su facilidad de repentización. Creó así, de modo siempre rápido e inmediato, escenas de inspiración fantástica, valiéndose de procedimientos muy variados, algunos de los cuales, como el uso de las manchas al azar, como germen de figuras o paisajes, recuerdan ciertos recursos del propio Goya".

El dibujo <i>La bruja del pandero,</i> de Leonardo Alenza (Museo del Prado).
El dibujo La bruja del pandero, de Leonardo Alenza (Museo del Prado).
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