Vuelve el calor sofocante

El calor extremo sólo se tomó un leve descanso de unos días y ayer volvió con fuerza dando lugar a un lleno en las playas y en las piscinas, al tiempo que originaba incendios y alertas de incendio en algunas zonas. El calor coincidió con la salida de vacaciones de mediados de julio y los termómetros subieron varios grados en diversas poblaciones, hasta marcar temperaturas máximas de 37 en Lleida y en Girona. En la ciudad de Barcelona, la temperatura máxima fue de 34 grados. Las altas temperaturas, unidas a la humedad que se está registrando estos días, sobre todo en algunas zonas de la costa, hicieron que la sensación térmica llegara a ser agobiante.

Desde primera hora, aprovechando el buen tiempo, familias enteras ocuparon las playas, como muestra la imagen tomada durante la mañana de ayer en la playa del Bogatell, en la Vila Olímpica de Barcelona. Lo mismo pasó en las zonas turísticas, como Salou, en Tarragona, y Lloret de Mar, en la Costa Brava.

Por otra parte, el calor provocó un aparatoso incendio forestal en el término municipal de L'Espluga Calba (Les Garrigues), en cuya extinción participaron 22 vehículos terrestres de bomberos y otros aéreos. El incendio se declaró al filo de las tres de la tarde y quedó controlado pasadas las siete. El fuego arrasó 79 hectáreas de vegetación forestal y de cultivos, según informaron los Bomberos de la Generalitat.

Los bomberos tuvieron que desalojar una casa en la zona de Senan, en el límite de la comarca de la Conca de Barberà. Las previsiones para las próximas horas indican que continuará la ola de calor, aunque el cielo estará parcialmente nuboso en el sur de la provincia de Barcelona y la de Lleida, zonas en la que no se descarta que se produzcan aguaceros.