Peligroso encierro de Jandilla

Los encierros de estos sanfermines traen el peligro en días alternos, y ayer tocaba angustia. Fue una carrera de cuatro minutos y medio, pero la duración es engañosa, ya que los toros emprendieron la marcha veloces. El retraso llegó con el último hermano de la manada, que tardó casi un minuto en entrar a los corrales. Como balance, tres heridos por asta de toro y parte médico interminable con 12 traslados a centros hospitalarios.

Los seis de Jandilla, recordando a sus hermanos de Juan Pedro Domecq, con los que comparten encaste, salieron de los corrales de Santo Domingo a gran velocidad y con dos toros destacados. Sin embargo, ayer algunos astados sí llevaban malas intenciones. Barrieron los muros laterales y las vallas del tramo comprendido entre Santo Domingo y la plaza del Ayuntamiento, cobrándose un par de heridos por asta de toro. Al llegar a la curva entre Mercaderes y Estafeta, la manada se lanzó sin intención de frenar contra el muro de contención, donde uno de los hermanos ralentizó a los demás tras quedarse clavado en el madero. Tal testarazo hizo que tuviera que ser excluido del lote de la corrida.

Una vez levantados, encararon la subida de Estafeta a buen ritmo de nuevo y con cierta enmienda en sus malas intenciones. Las carreras de los buenos mozos proliferaron entonces y más de un corredor pudo cubrir esa parte del recorrido con la inquietante compañía de los de Jandilla. El único susto anterior a la llegada a la plaza de toros vino en forma de puntazo cuando los toros giraban en la curva que marca el final de Estafeta.

Superado el callejón, la carrera venía rápida, pero, a la hora de enfilar los corrales, los toros se mostraron distraídos y estuvieron al menos un minuto paseándose por el albero y complicando la vida a los dobladores, que finalmente se encargaron de cerrar el cuarto encierro.

El parte de heridos acabó repleto. En el tramo de Santo Domingo, Iñaki Hermosilla, pamplonés de 21años, se llevó un puntazo de 15 centímetros en su hombro izquierdo que afectó a la piel y al tejido celular interno. En ese mismo lugar, Víctor A. C., también pamplonés de 64 años, se llevó una herida en su muslo izquierdo de 10 centímetros, mientras que Mariano Lorente Méndez, también de la capital navarra y de 27 años, sufrió una herida penetrante por asta en el abdomen y perforante desde la cara anterior a la posterior del estómago y quedó en estado grave.

Los otros nueve mozos, trasladados al hospital de Navarra y al Virgen del Camino, presentaban traumatismos diferentes y seis de ellos quedaron en observación. Entre ellos se encontraba C. K., estadounidense, de 14 años. No revestía gravedad la luxación de su rótula izquierda, pero debería haber sido sacado del recorrido por ser menor de edad e incumplir así una de las pocas normas de la carrera.