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Bush condena la esclavitud como uno de los mayores crímenes de la historia

El presidente de EE UU promete en Senegal que trabajará por devolver la paz a Liberia

"En este lugar, la libertad y la vida fueron robadas y vendidas", dijo ayer George W. Bush al visitar el antiguo mercado de esclavos en la isla de Goree, frente a Dakar, la capital de Senegal, en su primer día de gira por África. Desde esa isla más de dos millones de personas fueron enviadas encadenadas hacia Estados Unidos como esclavos. Pero Bush se cuidó mucho de pronunciar la palabra perdón, ya que en Estados Unidos esa palabra podría ser utilizada en un eventual juicio que buscara compensar a los ciudadanos negros por siglos de trabajos forzados.

"Una de las migraciones más grandes de la historia fue también uno de los más grandes crímenes de la historia", dijo Bush, agregando que la esclavitud corrompió a la sociedad estadounidense y dejó un legado que aún debe ser erradicado. Tras una reunión con líderes de África occidental, Bush dijo en su discurso que su Gobierno "participará en el proceso" de devolver la paz a Liberia, país que desde hace 14 años está sumido en una guerra civil. "Estamos estudiando qué es necesario para mantener el alto el fuego y permitir una transición pacífica al poder", informó Bush. Igualmente repitió su exigencia de que el presidente de dicho país, Charles Taylor, renuncie al poder. En una entrevista otorgada a la BBC, Taylor dijo estar dispuesto a renunciar por el bien de su país. Mientras tanto, las tropas de Taylor obligaban ayer a retroceder al grupo de expertos militares estadounidenses que intentaba llevar a cabo una evaluación humanitaria en un campamento de refugiados en Liberia, según France Presse. Los expertos norteamericanos viajaban en un convoy de diez vehículos y fueron rechazados a diez kilómetros del centro de la ciudad, por lo que tuvieron que volver a la capital. En su salida atropellada, el convoy arrolló a un niño de seis años.

Dentro de los objetivos estadounidenses de la gira está obtener apoyo africano contra la guerra al terrorismo. Fuentes oficiales han admitido que EE UU quiere erigir nuevas bases en la región para prevenir ataques como los de Kenia y Tanzania.

Senegal, un oasis de paz en una región azotada por guerras, fue la primera escala de la gira que llevará a Bush a Suráfrica, Botsuana, Uganda y Nigeria. Bajo fuerte presencia militar, Bush y su comitiva -que incluye al secretario de Estado, Colin Powell, y a la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice- fueron recibidos por el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade. Debido a las fuertes medidas de seguridad, fue poco el público al que se le permitió estar cerca del presidente Bush.

Analistas políticos africanos esperan con escepticismo la visita, pero coinciden en indicar que puede ser una oportunidad para eliminar algunas de las barreras económicas que impiden que los productos del continente compitan en igualdad de condiciones en el mercado estadounidense. Para los africanos la solución de muchos de sus problemas se lograría si Estados Unidos eliminara los subsidios agrícolas.

Dirigentes de ONG como Oxfam y Global AIDS Alliance han criticado los anuncios formulados por Bush diciendo que mucha de la ayuda prometida se ha quedado en el papel. Según el informe entregado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el África subsahariana se encuentran 38 de los 59 países más pobres del planeta.

Tras su discurso en la isla de Goree, Bush volvió al aeropuerto de Dakar para salir, sólo cinco horas después de su llegada, hacia su próxima escala, Pretoria, Suráfrica, donde debía llegar anoche. Bush se reunirá hoy en Pretoria con el presidente surafricano, Thabo Mbeki, que también es presidente saliente de la Unión Africana, cuya cumbre anual comienza mañana en Maputo (Mozambique). Mañana a última hora, Bush visitará Botsuana, antes de viajar el viernes, primero, a Uganda, y después, a Nigeria. Bush terminará el sábado su primera visita oficial a África, después de reunirse en Abuja con el presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo.

Bush sujeta la mano del presidente senegalés Abdoulaye Wade tras un discurso ayer en Goree Island.
Bush sujeta la mano del presidente senegalés Abdoulaye Wade tras un discurso ayer en Goree Island.REUTERS

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