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Reportaje:

La Basílica, de nuevo

La restauración de los frescos de Palomino es ya visible para la gente que acude al templo

Ignacio Zafra

Los frescos de la Basílica de la Mare-de-Déu dels Desemparats, en Valencia, pintados por Antonio Palomino en 1701, pueden volver a contemplarse desde ayer al haber acabado las obras de remodelación que comenzaron en 1998.

Tras la inauguración oficial, la basílica se llenó de devotos y sobre todo devotas de la Geperudeta, que acudían a ver el resultado de unas obras que han desterrado la capa de suciedad que ennegrecía los frescos. Silenciosas, mirando reverencialmente hacia arriba, las mujeres celebraban su reencuentro con unos frescos que representan las Letanías de la Virgen.

"Es una maravilla, llevo viniendo aquí toda la vida y nunca había visto la cúpula como se ve ahora", aseguraba ayer Concepción Alonso. "Siempre había estado tan oscura, no sé si por el humo de los cirios o por el tiempo, que lo deteriora todo", afirmaba Concepción, para quien la Virgen "es sencillamente lo máximo".

La rehabilitación inaugurada ayer no ha afectado sólo al terreno pictórico -600 metros cuadrados de pintura al fresco-, sino también al escultórico y al ornamental. A la cúpula se le han incorparado además 36 focos, que permiten apreciarla mejor.

"Por fin se ha valorado la riqueza de esta cúpula", aseguraba ayer María Teresa, una anciana de 78 años que lleva "desde muy joven" acudiendo cada día a la Basílica. "No me quería morir sin volver a ver estas pinturas, porque cuando estás afligida y vienes aquí, sales nueva".

Para la catedrática Pilar Roig, encargada de la rehabilitación junto a Ignacio Bosch, "es como si hubiésemos retrocedido en el tiempo y renaciera de nuevo Palomino, porque está como recién pintado".

Las obras, que han requerido "8.500 horas de trabajo" estuvieron paralizadas año y medio a causa de la polémica sobre su idoneidad, y han sido para Roig "un reto y una cantera de información e investigación para la Universidad".

La rehabilitación, además de luchar contra la suciedad acumulada, ha tenido que reparar también la "voluntarista" reforma efectuada en los años cuarenta, tras el incendio que sufrió durante la Guerra Civil, según Julia Osca, que ha participado en las obras.

Aspecto de la cúpula de la Basílica de la Mare-de-Déu dels Desemparats una vez restaurada.
Aspecto de la cúpula de la Basílica de la Mare-de-Déu dels Desemparats una vez restaurada.JOSÉ JORDÁN

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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