Puntualizaciones
Tras la lectura del artículo del señor Sampedro en EL PAÍS de 21 de junio de 2003, quisiera puntualizar algunas de las cuestiones que allí se especifican. Los programas de donación de vivo son programas que resultan un complemento necesario de los programas de trasplante con órganos de donantes fallecidos. Son programas que ayudan a aliviar los tiempos de espera y las tasas de mortalidad de los pacientes que precisan de un trasplante. El procedimiento de trasplante de vivo ha de atravesar diferentes pasos que quedan claramente establecidos en nuestro ordenamiento: tras la evaluación del donante y la constatación de la compatibilidad con el receptor y del adecuado estado físico y mental de dicho donante (extremo éste que se ha de acreditar mediante el correspondiente certificado médico), se lleva a cabo un proceso informativo a donante y receptor en el que se explican las circunstancias en las que se va a desarrollar el proceso. Tras todo ello, el donante, que ha de ser mayor de edad, debe expresar por escrito su consentimiento, otorgado de forma libre, consciente, voluntaria y desinteresada. El documento de cesión se firma ante el juez encargado del Registro Civil. Todos estos principios se establecen en el RD 2.070 de 1999, que entra en vigor el 4 de enero de 2000. En esta norma se establece además que es necesario contar con el informe preceptivo del Comité de Ética del hospital: "La extracción de órganos de donantes vivos se limitará a situaciones en las que puedan esperarse grandes posibilidades de éxito del trasplante y no se aprecie que se altera el libre consentimiento del donante. Será necesario un informe preceptivo del Comité de Ética del hospital".
Dada la reciente implantación de la norma, cuyo único objetivo es preservar los derechos de donantes y receptores, es hasta cierto punto lógico que existan diferencias de opinión ente los profesionales de los diferentes grupos implicados, y además es bueno que existan, pues así se pueden ir desarrollando los protocolos de actuación con mayor acierto.
El hospital aludido en el artículo ha realizado enormes esfuerzos para contribuir al progreso de los programas de trasplantes en nuestro país y, como corresponde a equipos preocupados por un constante progreso y afán de mejora en su quehacer diario, el equipo de trasplante hepático ha sido pionero también en la implantación de un programa de trasplante de vivo, con las dificultades y gran inversión en esfuerzo humano que ello comporta. Con ello sólo se persigue aliviar el sufrimiento de los pacientes.
Éste ha sido, es y seguirá siendo el objetivo único de este programa de trasplantes del hospital Doce de Octubre de Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.